Cuando los coches de los americanos circularon fugazmente por la travesía de Villar del Río en Bienvenido Míster Marshall pasaron de largo, pero el señor Marshall del Valladolid, que no es otro que su nuevo propietario (Ronaldo Nazario), ha venido para quedarse, se ocupa de las cosas y su implicación llega al punto de aconsejar a sus jugadores cómo golear.

Así lo contaba ayer, entre risas, el jugador del equipo vallisoletano Keko Gontán. Ironizó al recordar que Ronaldo le explicó cómo habría definido él ante el guardameta Pacheco en la ocasión de la que dispuso el centrocampista madrileño en el partido del pasado domingo ante el Deportivo Alavés (0-1).

«Me dijo que le habría amagado un par de veces hasta tirarle al suelo y, claro, yo la teoría igual me la sé, pero te lo dice él y te quedas mirando con cara de alucinado», explicó.

De momento, Ronaldo trata de ayudar en lo que puede en Valladolid, ya que es una triste paradoja que el equipo menos goleador tenga como presidente a uno de los mejores artilleros de la historia del fútbol.

El referido consejo se «suministró» el martes, en medio de una comida. Mientras la plantilla, auxiliares y algunos directivos «devoraban» caracoles en un conocido restaurante de la provincia, Ronaldo se dirigió a Keko con el propósito de darle una recomendación para definir ante el portero.

El nuevo dueño del Real Valladolid, que vivió una eterna alianza con el gol pese a sus múltiples y graves lesiones, tuvo la ocurrencia de hablar del instante supremo del fútbol con uno de sus empleados.

Ronaldo «coleccionó» más de 400 goles en su carrera, de todos los colores, y le dijo a Keko mientras le cogía de un hombro: «Yo hubiera tirado al portero al suelo con un amago y luego todo resulta mucho más fácil».

Así lo contó Keko. «Me dijo que yo tenía que tener más tranquilidad y amagar un par de veces para marcharme por el otro lado», en clara referencia a las famosas bicicletas de Ronaldo con las que abría la puerta del gol cuando se quedaba en ventaja ante el portero.

El jugador madrileño, que tiene la simpatía por bandera, aseguró que la situación «es algo así como si Leo Messi te dice cómo tienes que recibir entre líneas, tú le miras y le dices: eso ya lo sé, pero...».

«El problema de que alguien como ellos te diga cosas es que no te lo dice un entrenador, que se sabe la teoría, te lo dice alguien que lo ha hecho mil veces y a quien tú has visto hacerlo cuando eras un crío, es muy diferente», precisó Keko.