El Real Madrid cumplió este viernes con los pronósticos y se jugará la Supercopa con el Baskonia tras exhibir su mejor baloncesto ante un Obradoiro que, aunque lo intentó ante su público, acabó sucumbiendo ante el tremendo acierto de un rival que lo bordó tras el descanso (61-81).

Los blancos sufrieron más de lo previsto para irse por delante a los vestuarios y rompieron el partido en la reanudación a base de triples y de la mejor versión de Sergio Llull (17 puntos, seis asistencias y 19 de valoración) en un gran tercer cuarto en el que un parcial de 8-28 terminó por minar la resistencia de los anfitriones.

Como se preveía, el vigente campeón de Europa salió a por todas desde el salto inicial, con Llull a los mandos, repartiendo juego y aportando puntos, y Anthony Randolph como hombre más inspirado en ataque.

Los locales lo intentaban, pero chocaban una y otra vez contra un muro y solo fueron capaces de anotar cuatro lanzamientos de campo y tres tiros libres en unos primeros diez minutos que claro dominio visitante (12-20).

Pablo Laso movía el banquillo en busca de mantener en el partido a todos sus jugadores y ese factor lo aprovechó el equipo gallego para acercarse en el marcador gracias a dos triples seguidos de Kendall Stephens (25-28, min 15).

El Obradoiro mejoró con respecto a los primeros diez minutos y se puso a tiro en cuanto consiguió ajustar su defensa y encontrar huecos en la defensa de un Real Madrid que, a pesar del empuje gallego, lograba mantenerse por delante con ventaja aunque no estaba tan fino ante el aro como en el inicio.

Un arreón final de los blancos, con triple de Llull incluido, le permitió mantener al descanso seis puntos de renta ante un Obradoiro que llegó a imponerse en el segundo cuarto y cumplió con su objetivo de llegar con vida a la segunda parte (34-40).

De nuevo salió a por todas el Real Madrid tras el paso por vestuarios y, en un abrir y cerrar de ojos, rompió el partido a base de triples. Los aciertos consecutivos de Randolph, Llull y Taylor subieron a 17 la brecha en menos de cuatro minutos y dejaron aún más tocados a los locales (38-55, min 24).

El Madrid era un ciclón ofensivo y, tras completar un tercer periodo de muchos quilates no habitual a principios de temporada (8-28), dejó visto para sentencia el partido y sacó antes de tiempo su billete para la final (42-68, min 30).

Los últimos diez minutos tuvieron poca historia. El argentino Gabriel Deck, que ofreció buenas prestaciones, subió la diferencia a treinta puntos con ocho minutos por delante, aunque el Obradoiro tiró de orgullo y logró maquillar la paliza con el 61-81 que permitirá al Real Madrid pelear por un nuevo título.

61 - Monbus Obradoiro (12+22+8+19): Pozas (2), Simon (5), Vasileiadis (15), Llovet (-) y Hlinason (4) -cinco inicial-, Sabat (14), Stephens (6), Obst (2), Spires (4), Navarro (7) y Brodziansky (2).

81 - Real Madrid (20+20+28+13): Llull (17), Taylor (8), Causeur (7), Randolph (12) y Tavares (6) -equipo titular- Fernández (2), Campazzo (4), Ayón (4), Carroll (5), Deck (10), Prepelic (2) y Reyes (4).

Árbitros: Juan Carlos García González, Miguel Ángel Pérez Pérez y Rafael Serrano. Sin eliminados.

Incidencias: Segunda semifinal de la Supercopa Endesa, disputada en el Pabellón Fontes do Sar de Santiago de Compostela ante 5.471 espectadores.