Damián Quintero no pudo lograr el oro en la final de kata del Mundial de Madrid, pero se colgó una meritoria plata, tras ceder en la final frente al japonés Ryo Kiyuna. El nipón sumó su tercer título mundial consecutivo con un 5-0 y una actuación sobresaliente. El estadio vibró con su kárate de alta intensidad.

La de este sábado fue una repetición de la final de 2016, de nuevo con los números uno y dos del mundo cara a cara. Quintero también abrió con el espectacular kata 'Chatanyara Kushanku', pero el japonés fue un rival imbatible, con su condición física inigualable y su técnica sin parangón en el kárate actual.

Ningún otro karateca se ha acercado al nivel de Kiyuna y Quintero en Madrid, por lo que una final olímpica con los mismos protagonistas en 2020 no sorprendería a nadie.

El malagueño afirmó tras la final que se tiene que quedar " con lo positivo" de haberse proclamado subcampeón de la modalidad de kata. "Como siempre digo, tengo mis 10 ó 15 minutos de luto cuando pierdo. Pero mañana ya estaremos más tranquilos, esto es una trayectoria larga y lo importante es estar ahí. Ha ido bien y me tengo que quedar con esa plata, que es lo positivo", comentó Quintero en la zona mixta del pabellón madrileño, después de ser felicitado por la cúpula de la Real Federación Española de Karate (RFEK).

"Me dejo el alma en cada entrenamiento, en cada tatami al que voy por el mundo. Ahora hay que ir paso a paso. Aún hay muchos puntos en juego para el ranking olímpico", aseguró el karateca malagueño respecto a sus próximos compromisos antes de Tokyo 2020. Asimismo, también fue felicitado por María José Rienda, presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Por su parte, el equipo femenino español de kumite conquistó el bronce mundialista, después de imponerse a Irán por 1-4. Con la malagueña María Torres como suplente, en este caso, María Cristina Ferrer abrió las hostilidades y ganó su combate por 0-2. Cristina Vizcaíno empató el suyo (1-1) y Laura Palacio se llevó el triunfo en su turno por un ajustado 0-1.