Jamás antes el balonmano femenino malagueño ha llegado a las cotas actuales. Nunca había luchado por ser líder en la máxima categoría liguera, por disputar una final de la Copa de la Reina, por jugar la Challenge Cup. Diego Carrasco cumplirá pronto 25 años en el Rincón Fertilidad Málaga. En las duras y las maduras, Diego lamenta la falta de ayudas institucionales para, de verdad, luchar por títulos, y desvela que el club piensa en mudarse de Málaga a Alhaurín de la Torre.

Tras 22 temporadas en el club ha conocido de todo, lo bueno y lo malo. ¿Qué balance hace?

Así es, hemos vivido lo bueno, las fases de ascenso, las alegrías y los sinsabores y el hecho de quedarnos muchas veces a las puertas de subir, por un motivo o por otro.

¿Y qué ha cambiado para que Málaga, ahora sí, pueda tener un equipo en la elite del balonmano femenino español?

Han cambiado los apoyos. Cuando tú tienes apoyos desde fuera y, en este caso, Rincón Fertilidad es el que nos lo ha brindado, llegando Manolo Rincón y dándonos su apoyo… eso es lo que nos hacía falta. Y yo creo que si nosotros tuviéramos un poquito más de ayudas y estuviéramos al mismo nivel que otros equipos de la elite de Málaga, estaríamos más arriba. Pero es que nos tienen que dar esa oportunidad, tienen que apostar por nosotros y si lo hicieran daríamos un salto de calidad aún más grande.

¿Hablamos de títulos?

Con esa ayuda extra lo haríamos. Siempre lo digo: estamos por encima en lo deportivo de lo económico, y con lo poco que hay hacemos de todo. Cuando entramos al pabellón, nosotros mismos ponemos y quitamos lonas, cogemos el agua... somos un club tan humilde que con una poquita más de ayuda que nos permitiera reforzar el equipo con gente de más experiencia, yo creo que traeríamos un título.

¿Cuál es el secreto de este buen arranque de temporada, terceras en Liga «Guerreras» y luchando ya en la Challenge Cup?

Se han acoplado muy bien las ocho jugadoras que han venido nuevas este año. La pasada temporada nos costó muchísimo trabajo porque es verdad que cada año se van jugadoras. Nosotras tenemos muy claro que nuestro equipo es un escaparate y por eso también la gente quiere venir. Las jugadoras saben que vienen a una ciudad como Málaga, una gran capital en la que se vive muy bien. Saben que nuestros recursos económicos son limitados, pero saben que lo que les prometemos se lo damos. Esto es un escaparate y de aquí se van a clubes con mayores presupuestos a ganar más dinero, y tenemos que estar agradecidos. Pero el año que podamos retener al bloque entero, este equipo será más compacto. Ten en cuenta que nuestro mejor momento de forma siempre llega al final de Liga, cuando el equipo ya está hecho y ya se conoce.

Vamos, que el Rincón Fertilidad no se desprende de la mitad del equipo por vocación, sino por obligación...

Claro, claro... Vienen equipos de fuera. A Paula se la llevaron de Rumanía. A Virginia, de Francia. Jennifer se fue al Guardés, Ana se marchó también... Con estas jugadoras seríamos mejores, pero esto nos obliga a reinventarnos todos los años. Como yo siempre digo, esto cansa, porque año a año hay que vender lo mismo, cambiar el equipo, nuestro juego... pero la clave de este año es el acoplamiento.

¿Ha sido clave para eso fichar a jugadoras que hablen español?

Eso ha sido determinante, clave. Cuando han venido jugadoras serbias o montenegrinas, el tema del idioma ha influido. Ellas han hecho todo lo posible para integrarse, que quede claro. Pero este año sólo tenemos una jugadora que no habla español, que es Isa, la brasileña, y está haciendo todos los esfuerzos para hablarlo. Este año todos hablamos el mismo vocabulario y cada una sabe el rol del equipo.

Entrenador, ¿se puede vivir del balonmano a estos niveles?

Ya te digo yo que no... hay entrenadores, en esta Liga, que sí viven del balonmano. Pero ni yo ni muchos compañeros podemos permitirnos este lujo porque no tenemos la seguridad de poder dedicarnos al balonmano y desprendernos de nuestro trabajo. ¿Y si mañana se nos cae el patrocinio? Tienes que entonces irte fuera. Y yo siempre lo he dicho: soy malagueño y se pueden conseguir cosas aquí, y lo estamos demostrando. Lo hemos hecho ya todo en Málaga y Andalucía, y ahora lo estamos intentando en España y Europa. Pero necesitamos que las instituciones arropen a este equipo como lo hacen con otros.

¿Cuántas ofertas ha rechazado Diego Carrasco de otros equipos para irse a entrenarlos?

Este verano solamente una. Muy, muy, muy buena. Me lo pensé más que nunca, la verdad. El año pasado tuve un par de ellas. Una en el extranjero, pero era un club que había cambiado varias veces de entrenador en los últimos años y no me ofrecía esa seguridad.

¿De qué país me habla?

Era un club rumano. No me daba la seguridad. Este verano sí tuve alguna bronca con la presidenta, porque era algo muy bueno.

¿Y qué es lo que hizo que se quedara en Málaga?

Porque no me quiero ir de mi club sin ganar un gran título para Málaga. Me gustaría traer un título a Málaga, a mi casa. Decir: «Aquí estamos, aquí está el balonmano femenino malagueño, aquí está el Rincón Fertilidad». Y cuando lo consiga sí que me iré, creo que sí.

El club afronta su segunda temporada en la Challenge. ¿Hasta dónde se puede llegar?

El primer año llegamos a cuartos de final. Sin conocer la competición ni a las rivales. Ahora sí tenemos esta experiencia, pero yo creo que este año es más complicado. El equipo suizo tiene mucho más potencial que los equipos con los que jugamos al principio el año pasado.

¿Tiene mano de santo? Lo digo porque con usted Emma y Sole han ido con la selección. Isa, con Brasil. Paula también fue...

Es bueno que las jugadoras crezcan aquí con nosotros. Y tenemos que utilizarlo también en nuestro favor. Porque somos un club serio, en Málaga se vive muy bien, aquí pueden subir un peldaño a nivel competitivo. Y pueden aspirar a más cobrando menos aquí.

¿Que la malagueña y capitana Sole vaya al Europeo es también un triunfo personal para usted?

Cuando tú ves a Sole jugando... es que es también en cada entrenamiento. Sole no entrena al 100 por 100, lo hace al 200 por 200. Y cuando es capitana y las compañeras ven cómo entrena la capitana, todas van al límite. Sole es de las que ha luchado por su sueño, con muchísima humildad. Con trabajo, humildad y respeto lo ha conseguido. Y muchísimo esfuerzo.

¿Qué le falta a la afición malagueña para engancharse al balonmano femenino? Porque las gradas de Carranque necesitan más ambiente.

Necesitamos a más gente, es verdad. Somos conscientes de la tremenda oferta de Málaga, de que también están el Málaga y el Unicaja, y que cuando no juegan estos equipos, la familia también tira mucho. Por eso yo creo que el futuro de este club pasa por irnos a Alhaurín de la Torre a jugar. Porque allí vamos a llenar el pabellón y podemos tener más llamamiento. Y eso que los medios siempre estáis con nosotros y nos ayudáis mucho, pero el fútbol y el baloncesto aquí lo acaparan todo.

¿Piensan seriamente en la opción de trasladar pronto el club a Alhaurín de la Torre, más allá que jugar sólo la Challenge?

Sí. Este año estamos organizando escuelas base en Alhaurín, para tener un potencial de niñas con las que podamos trabajar en un futuro. Y si aquí en Málaga siguen las instituciones en este plan, pues habrá que irse. Me parece muy doloroso, que nuestra presidenta tenga que ir a un pleno municipal para pedir la aprobación de nuestra ayuda. La presidenta del BM Costa del Sol tuvo que ir aun pleno para pedir esa ayuda, y allí no estaba ningún otro club de elite de Málaga, porque ellos tienen ya sus presupuestos bien aprobados y firmados. Y me duele, siendo malagueño, que estemos paseando el nombre de Málaga por España y también por toda Europa, que la presidenta de este club tenga que ir a pedir dinero para poder seguir compitiendo dignamente. Hay que pagar muchísimas cosas, muchas, de verdad.

¿El club está al día en los pagos?

Desde que llegó a este club Carmen Morales, este club no le debe dinero a nadie. Nosotros sí hemos tenido que dejar de cobrar. Y hacemos todos los esfuerzos: nos pegamos 14 horas de autobús de ida y otras 14 de vuelta cada fin de semana con los amigos de «Autocares Torres»... pero pagamos a todo el mundo lo que firmamos.