Sin la presencia de Jasmine Lumpkin y Jay White. Así es como viajaba a La Rioja el equipo alhaurino, con una rotación de siete jugadoras, pero sin presión alguna por traerse de vuelta al sur la victoria. Así, el Asisa Alhaurín de la Torre fue capaz de cuajar un gran encuentro ante el líder de la competición, el Campus Promete, que pudo contar con todo su roster al completo.

La contienda empezó muy igualada desde el salto inicial. Tanto el quinteto inicial como las que saltaron desde el banquillo dieron el máximo nivel de intensidad en los primeros compases, para mantener a las visitantes en el marcador. El conjunto logroñés no podía despegarse durante los 10 primeros minutos de juego (19-16).

Pero la dinámica positiva para las de amarillo no iba a quedarse ahí. La igualdad proseguiría hasta el ecuador del segundo período (24-20), cuando las de Miguel Esteban encontraron tiros más cómodos gracias a su rápida circulación del balón (40-27).

Lideradas por los puntos de Sara Sánchez, la garra de Bea Bajo y el trabajo defensivo del juego interior, las alhaurinas volvieron a arrancar la segunda mitad sin complejos, aunque con las reservas de energía bastante mermadas. La diferencia entre ambas escuadras fue palpable en este cuarto, ya que las locales completaron su parcial anotando 20 puntos. Por su parte, el ritmo anotador de las de Francis Trujillo no cesaba y obligaba al Campus Promete a estar concentrado para la recta final del encuentro (60-44).

Para concluir el año que ha significado el ascenso a LF2, el Asisa Alhaurín se regaló un último período fantástico, en el que respondieron a muchos de los lanzamientos locales y dejaron una imagen de lo que son, uno de los equipos más batalladores de la Liga Femenina 2.