Duane da Rocha ha decidido poner punto final a su extensa y exitosa carrera deportiva. La nadadora afincada en Mijas, a sus 31 años, quiere centrarse en su futuro profesional y apartarse de las piscinas, que le han dado muchos títulos nacionales, un oro europeo y un bronce mundial, además de la posibilidad de ser dos veces olímpica, en Londres 2012 y en Río 2016. La nadadora atiende a La Opinión de Málaga para contar el porqué de esta decisión tan inesperada.

Nos ha pillado a todos un poco por sorpresa el anuncio de su retirada. ¿Por qué ha tomado esta decisión?

Porque me estaba costando ya desde hace un tiempo. No encontraba nada que me motivara más que nadar. Ahora tengo la ilusión de querer vivir experiencias nuevas fuera de las piscinas. Ahora quiero crecer como persona, porque como nadadora estoy orgullosa y plena con lo que he hecho en mi carrera. Pensé en intentar llegar hasta Tokio 2020, pero me ha costado mucho poder empezar la temporada. Un equipo vasco me quiso ayudar, pero no podía entrenar en Málaga. Es mucho esfuerzo estar a tope y todo eso para además tener que luchar contra tantos elementos en contra y la falta de ayudas en nuestro deporte.

Hizo oficial su retirada en el programa de Juan y Medio de Canal Sur, que no tiene nada que ver con el deporte. ¿Por qué?

No sabía muy bien cómo hacerlo. Pensé en utilizar mis redes, también hacer una rueda de prensa, pero tenía miedo de que no viniera nadie o aparecieran uno o dos periodistas. Me dieron la oportunidad de hacer una entrevista en Canal Sur, me sentí cómoda y aproveché para decirlo. Vi que era el momento. No es un programa de deporte, pero creo que ha sido una buena manera de despedirme.

¿Está cansada de tanto sacrificio en un deporte que no tiene el reconocimiento de los medios ni del gran público?

Este deporte se basa en orgullo personal, que tú vayas consiguiendo tus cosas, más que de un reconocimiento. Estoy más cansada de luchar para conseguir apoyos para seguir nadando que de cualquier otra cosa. Ha llegado un momento que es luchar contra una pared. Iba a llegar el momento de tener que pedir un préstamo para seguir entrenando y nadando. Y eso no puede ser. Pero esto solo ha sido una de las razones de mi retirada.

Entonces, ¿han faltado ayudas en este último tramo de su carrera profesional?

Cada verano desde 2010 he estado en todas las competiciones internacionales importantes. El verano 2017 me dijeron en el CAR de San Cugat que no me iban a dar beca. Estaba enferma y ellos lo sabían, pero no tuve su apoyo. Eso me decepcionó mucho. Solo me decían que me retirase. Y eso me dolió mucho. Dejaron de apostar por mí. Volví a Málaga, me recuperé anímicamente y me puse a entrenar. Utilicé la natación para recuperarme como persona y psicológicamente. Logré dos oros en el Open de España, un récord de Andalucía, hice una buena marca en el 100 y quedé a solo 4 décimas de mi mejor marca de siempre. Para mí fue un gran momento. Saber que me había recuperado de todos mis problemas.

Si tuviera que elegir un solo momento de sus 15 años de carrera profesional, ¿con cuál se quedaría?

Es muy difícil. Ha habido muchos momentos bonitos. Es complicado. Cuando me clasifiqué para los Juegos de 2012 fue increíble. Cuando toqué la pared y vi la mínima... fue algo muy especial. Me había quedado fuera en 2008, algo que me hizo dudar, pero después fueron saliendo los objetivos. En 2009 gané mi primera medalla internacional en los Juegos del Mediterráneo, en 2010 fui bronce en el Europeo y entonces vi que había momentos malos, pero también muy buenos. Ser olímpica era mi sueño y por lo que me fui de mi casa a Barcelona. Pero el mayor de los logros es superar lo que he superado estos dos últimos años. Estaba hundida y no sabía cómo salir. Cuando fui campeona de España este verano me di cuenta de que todo había merecido la pena. La natación sabía que iba a ser lo que me iba ayudar a salir del bache.

¿Y una rival con la que le haya gustado especialmente enfrentarse en las piscinas?

Ninguna en especial. La que más bonitos recuerdos me trae es Lydia Morán. Competir con ella ha sido una gran experiencia. Teníamos los mismos objetivos, nos íbamos quitando récords una a la otra. También con Mercedes Peris. Era una gran rival.

Tiene una doble experiencia olímpica, en Londres 2012 y en Río de Janeiro 2016, algo con lo que cualquier deportista sueña. ¿Es tan especial participar en unos Juegos Olímpicos?

Los primeros en 2012 fueron muy especiales para mí porque era un sueño que tenía desde siempre. Río 2016 no era mi objetivo, era ya como una responsabilidad y entonces fue difícil, ya estaba mal anímicamente y me costó poder disfrutar la experiencia. Me sentía muy presionada, era como estar obligada a hacerlo bien.

¿Cómo es ese momento en el que tomó la decisión de retirarse?

Fue complicado. No fue de un día para otro. Empecé a dejar de ir a entrenar, a poner excusas, estaba estudiando para ser azafata y no tenía tiempo. Cuando acabé el curso me di cuenta que lo que quería era trabajar y no seguir entrenando. Empecé con entrevistas, a echar currículum y la natación se quedó en un segundo plano. Mi entrenador, Xavi Casademont, me apoyaba y cuando le dije lo que había decidido me dijo que estaba esperando que se lo dijera, que él ya lo suponía. Él siempre me ha ayudado, pero anteponiendo mi persona a la nadadora. Estoy muy agradecida porque siempre me ha valorado por encima de los que dejaron de confiar en mí.

Si pudiera dar marcha atrás, ¿qué cambiaría de su carrera profesional?

No me arrepiento de ninguna decisión. Lo que me ha afectado son cosas personales que no tienen nada que ver con la competición. He aprendido mucho de cada entrenador, de cada compañero, de cada concentración... Tomaría otras decisiones sobre mi vida personal, de todo se aprende.

En su carta de despedida en las redes sociales dice tener «mucho miedo» al futuro. ¿Por qué?

Es miedo porque después de tantos años en la piscina, que era mi zona de confort, sabía siempre qué tenía que hacer. Ahora salgo a otro mundo totalmente desconocido para mí en la que tengo muchas cosas que aprender. Es un mundo nuevo en el que no sé cómo voy a tener que actuar.

María Peláez, Nina Zhivanevskaya, Duane da Rocha... ¿Habrá relevo en la natación femenina malagueña para semejantes estrellas?

Hay un montón de niñas que están despuntando. Hay niñas que son buenísimas y el futuro creo que está garantizado.