Borja Vivas está de vuelta. O al menos lo está para el próximo Campeonato de España Absoluto de Pista Cubierta, donde ha confirmado asistencia y donde reaparecerá tras casi diez meses en el dique seco. El Nacional no es uno más para él, ya que se celebrará el fin de semana del 16 y 17 de febrero en Antequera, cita a la que el lanzador de peso malagueño no quiere faltar porque «juega» en casa. Pero Borja no está en plenitud de facultades. Lleva tiempo con la mosca detrás de la oreja por culpa de la lesión en el tendón rotuliano, que se le volvió insoportable en mayo del curso pasado y por la que tuvo que parar desde entonces. Las molestias, el dolor o la simple sugestión tras tanto tiempo parado son el rival más poderoso al que el bueno de Vivas tiene que hacer frente en el día a día. Y más, si cabe, en plena competición. Pero el atleta malagueño ya está cansado de esperar y quiere volver a los ruedos, probarse y competir contra su nuevo y mayor enemigo. Y lo hará dentro de dos semanas, en Antequera. Un paso al frente sin mirar atrás, aunque con todo un abismo por delante.

Porque Vivas competirá en Antequera, pero no está claro que lo siga haciendo lo que resta de temporada. Las sensaciones y los dolores irán marcando la agenda del malagueño, que tiene en el horizonte una operación del tendón rotuliano para acabar de una vez por todas, como solución final, con las molestias que le acompañan desde hace un año.

Borja saltará a la pista malagueña con mucho trabajo físico detrás, pero también con mucho refuerzo psicológico. El atleta ha luchado contra los elementos. Y aunque sigue con molestias, espera completar un buen campeonato que le saque billete para el Campeonato de Europa, que será del 1 al 3 de marzo en Glasgow. El objetivo es defender título -es el vigente campeón nacional en pista cubierta- con unos lanzamientos que ronden los 20 metros, lo que le devolverá a una de las citas donde ya se hizo gigante con un subcampeonato años atrás, la prueba europea.

Tras cerrar la temporada en pista cubierta tocará hacer balance y comprobar si el dolor, en competición, es soportable como para regatear por el momento el quirófano. El curso ofrece una tregua este año preolímpico, ya que el Campeonato de España se celebrará la última semana de agosto. Y el Mundial, al celebrarse en Doha, se atrasa hasta el 27 de septiembre.

Borja, que ha visitado en varias ocasiones a los médicos de la Federación Española en Madrid, tiene la posibilidad de operarse. Sería a comienzos de abril, aunque su periodo de baja estaría estimado entre cuatro y seis meses. Casi justo para afrontar el último tramo de competición.

En cualquier caso, ahora el malagueño está en un «paréntesis mental» para afrontar este tramo de la temporada. Una especie de test con el que calibrar su estado físico y mental de cara a competiciones venideras. Y, sobre todo, para intentar afrontar el curso que viene, año olímpico, en plenitud de facultades. Llega la hora de Borja Vivas.