El Atlético Malagueño, a pesar de estar prácticamente descendido de categoría, dio la cara sobre el barrizal en el que ayer se había convertido el municipal melillense del Álvarez Claro y casi se permitió el lujo de empatar un partido que en apenas dos minutos había prácticamente tirado. Dos dianas de Menudo y Moha Traoré, en el tramo en el que se superaba la primera media hora de juego, pusieron muy cómodo el encuentro para los actuales líderes del grupo IV de Segunda B.

Los costasoleños empezaron a tomar un mayor protagonismo, ya sin presión alguna, en la recta final del encuentro. Ahí fue cuando se sucedieron las acciones ofensivas, hasta que David Ramos fue capaz de apretar el tanteo. No obstante, al duelo le quedaba prácticamente el tiempo de descuento y en el mismo no pudo llegar esa igualada con la que los blanquiazules llegaron a soñar.

Fue especialmente destacado el planteamiento que sobre la pizarra puso Sanlúcar tras el paso por los vestuarios de sus jugadores. Buscó la remontada, por difícil que pudiese ser, con la entrada de Hugo Vallejo por Juan Cruz. Y también se incorporó poco después a Iván Jaime, en sustitución de Chica. Ian Soler se situó por delante de la zaga y ahí comenzó a dominar el Atlético Malagueño.

Empezaron de esa forma a sucederse las oportunidades frente al arco defendido por Dani Barrio. El citado Iván Jaime gozó de dos claras ocasiones para haber acortado distancias y haber contagiado cierto nerviosismo entre los defensas melillenses.

Hubo por parte de los locales un mano a mano de Traoré ante el meta Kellyan, antes de que sucediera todo eso, pero el Melilla ya no lograría ampliar su casillero de goles con mucha segunda mitad que quedase por delante.

El premio al trabajo y esfuerzo de los visitantes no llegaría hasta el minuto 91. En un balón al que llego Rubén para pelearlo enérgicamente, David Ramos estuvo atento para recoger el esférico y batir a Barrio. Poco tiempo quedó después para alcanzar las tablas.