El ugandés Joshua Cheptegei y la keniana Hellen Obiri se proclamaron este sábado campeones del mundo de cross en el circuito infernal de Aarhus, el más duro en la historia de los campeonatos con una mezcla de hierba, barro, arena y la durísima subida al techo del Museo de la Prehistoria.

Cheptegei, de 22 años, dio a Uganda su primer título sénior de cross, batiendo al favorito, su compatriota Jacob Kiplimo, y Obiri se convirtió en la primera atleta de la historia que gana títulos mundiales en pista cubierta, al aire libre y en cross.

Invicto al afrontar su octavo cross del año, el campeón del mundo júnior -Kiplimo- aspiraba a convertirse en el campeón absoluto más joven de la historia destronando al vencedor de las dos últimas ediciones -el keniano Geoffrey Kamworor-, que pretendía conquistar su sexto título mundial consecutivo fuera de las pistas: llevaba tres de medio maratón y dos de cross.

El campeón de España, el nerjeño Ouassim Oumaiz, que cumplía 20 años, se permitió el lujo de codearse con los mejores en los primeros kilómetros junto a su amigo Kiplimo. Al final se clasificó vigésimo, el mejor resultado español en los ocho últimos años.

En la tercera vuelta quedaban cuatro arriba: Kiplimo, Kamworor, el eritreo Aron Kifle y el keniano Rhonex Kipruto, y en el noveno kilómetro los dos ugandeses dejaron atrás al defensor del título.

Kiplimo parecía tener controlada la carrera en el ascenso al último "muro" del museo de la Prehistoria, pero Cheptegei aún guardaba un cambio en sus piernas y terminó venciendo con un tiempo de 31:40, cuatro segundos más rápido que su compañero. Kamworor hubo de conformarse con la medalla de bronce (31:55).

Fernando Carro fue el segundo mejor español, en el puesto 42, seguido de Hamid Ben Daoud (54), Ayad Lamdassem (66) y Juan Antonio "Chiqui" Pérez (79).

La dureza del circuito, con zonas de arena, barro, agua, hierba y sobre todo la rampa, de un 21 por ciento de desnivel, que sirve de techo al museo de la Prehistoria, seguida de una brusca bajada, alteraban las previsiones sobre el desenlace de las carreras.

Orbiri, sargenta keniana de 29 años, se convirtió en la primera atleta de la historia que conquista títulos mundiales en sala, al aire libre y en cross. Campeona del mundo de 3.000 en pista cubierta (en 2012), y de 5.000 al aire libre (2017), Obiri completó su colección venciendo aquí con un tiempo de 36:14 en los 10.240 metros, con dos segundos de ventaja sobre Dida, que precedió a otra etíope, Letesenbet Gidey.

La toledana Irene Sánchez-Escribano, vigésima quinta, fue la mejor española (sexta europea). Se retiró la campeona nacional, Trihas Gebre, en la segunda vuelta, y completaron equipo Blanca Fernández, en el puesto 59, Gema Martín (61) y Azucena Díaz (65).

Kenia parecía con ganas de recuperar su orgullo herido en las tres carreras anteriores. Beatrice Chepkoech y Obiri, tomaron la cabeza para imponer un ritmo que redujo a cinco el grupo delantero. Junto a ellas quedaron Dera Duda y Letesenbet Gidey -campeona sub-20 en 2017- y la ugandesa Peruth Chemutai.

Obiri, subcampeona olímpica de 5.000 en Río 2016, se quedó sola con las dos etíopes en la tercera vuelta. Hacía todo el gasto pero no lograba soltar a Dida y Gidey, aferradas a su estela, pero la última subida al "muro" del techo del museo iba a dictar sentencia. Dida atacó a Obiri, dejando atrás a Gidey, y la keniana le devolvió el ataque con su larga zancada. La etíope, de tranco más menudo, se le acercó mucho en la cuesta, pero Obiri voló cuesta abajo en busca de la victoria.