El segundo entrenador del BeSoccer UMA Antequera, el exjugador Tete, realizó ayer un análisis de la temporada del equipo de fútbol sala malagueño, que este fin de semana descendió de forma matemática de Primera a Segunda División. «La nota final es un suspenso», confiesa Tete, que tuvo que ponerse a los mandos del equipo durante varios meses por la enfermedad de Moli. «Otro año más hemos aprendido cosas que no se deben hacer y que tenemos que tener presentes si volvemos. Ya tenemos la cabeza puesta en un nuevo proyecto en Segunda División e intentar con toda la ilusión y humildad del mundo volver a la máxima categoría. Si lo hicimos dos veces, ¿por qué no tres?», dijo Tete, que se mostró crítico en su exposición.

«Creo que podríamos haber hecho un poquito más. Con un poco de suerte podríamos estar con muchas posibilidades de salvarnos. Se nos escaparon partidos en casa ante Valdepeñas o Zaragoza que, si hubieran caído, hubiéramos llegado con opciones y dependiendo de nosotros. Pero la falta de experiencia nos ha marcado. Al igual que hace tres años, ha sido un lastre demasiado grande», recalcó el malagueño.