Objetivo cumplido. Paula García jugará en el Rincón Fertilidad lo que resta de temporada y la próxima campaña 2019/2020. La pivote se ha desvinculado del Bistrita rumano, equipo por el que fichó el pasado verano tras acabar su contrato con el propio equipo malagueño, y en el Rincón Fertilidad se ultima todo el papeleo para que la pivote internacional pueda jugar lo antes posible con el equipo de Diego Carrasco. ¿Será el viernes en la Copa de la Reina? Difícil, pero no imposible.

La vuelta de Paula García al equipo malagueño estaba cantada desde hace varias semanas, como ha venido informando puntualmente La Opinión de Málaga. El problema para su regreso era el contrato que unía a la jugadora granadina con el Bistrita rumano, algo que se ha arreglado la pasada semana.

Con Paula libre, hace falta que la Federación Internacional dé vía libre a su fichaje por el Rincón Fertilidad, algo en lo que trabaja ahora el club a marchas forzadas. El equipo dirigido por Diego Carrasco ya ha solicitado formalmente el tránsfer internacional, que tiene un coste aproximado de 3.000 euros para que Paula pueda ser de nuevo jugadora del Rincón Fertilidad. No es una operación sencilla porque hay que poner de acuerdo a tres entidades distintas: la Federación Rumana, la Federación Española y la Federación Europea de Balonmano (EHF).

Los trámites están hechos y el dinero preparado para que cuando se dé el ok desde todas las partes se puedan hacer las transferencias a cada entidad, llegue el tránsfer y se pueda inscribir a la jugadora de forma inmediata.

El deseo del club sería contar con Paula el próximo fin de semana en la Copa de la Reina de Barakaldo, en la que las malagueñas han quedado emparejadas con el Liberbank Gijón en el partido de cuartos de final, lo que pasa es que además de los problemas burocráticos, la espalda de la jugadora todavía está renqueante de una lesión que le tiene apartada de las pistas durante varias semanas y que es la que le ha hecho, en parte, no poder triunfar en su aventura en el balonmano de Rumanía.

Si definitivamente llega el tránsfer, habrá que ver si médicamente hablando Paula puede jugar, aunque sea un rato para ayudar, sobre todo en tareas defensivas, a Rocío Campigli y a Isaura, las dos pivotes con las que cuenta actualmente Diego Carrasco.