Hoy se vivirá una intensa jornada electoral. Pero no sólo primará esta noche el recuento en los distintos municipios malagueños. En la capital o en Antequera también se estará muy pendiente del primer asalto de El Palo y la escuadra verdiblanca, respectivamente, en sus diferentes caminos hacia Segunda B. Ambos equipos ya saben lo que es jugar en la categoría de bronce y este año volverán a tener el privilegio, en virtud de sus buenas campañas, de optar de nuevo al ascenso.

El cuadro paleño perdió en la última jornada la tercera plaza, a favor del propio Antequera, y jugará a las siete y media de la tarde en San Ignacio. Enfrente tendrá a un Illueca que, como segundo clasificado del grupo aragonés de Tercera, quiere demostrar que a domicilio esta campaña ha tenido mejores números que en su maltrecho césped.

Media hora más tarde, desde las ocho, el conjunto antequerano se medirá a domicilio al Utrera, el tercer clasificado del Grupo X de Tercera. Será un derbi más que emocionante, con cientos de seguidores verdiblancos en las gradas del San Juan Bosco. A favor de los malagueños figura la mala racha de los sevillanos en las últimas jornadas. De hecho, sumaron hasta cuatro derrotas antes de la victoria decisiva del pasado fin de semana, ante el Cabecense, que los situó terceros. Además, el Antequera aspira a poner sobre la mesa sus 90 goles de la presente temporada, frente a los apenas 35 encajados.

No obstante, del CD Utrera se teme también su regularidad lejos de su feudo, con nueve victorias y ocho empates a domicilio. Cosechar esta noche un resultado positivo en el césped de hierba artificial que tendrá mucho apoyo visitante entre los 3.000 asientos de la grada puede resultar determinante para evitar sorpresas, dentro de siete días, en El Maulí.

El planteamiento de los paleños es similar, conscientes de que una amplia mayoría de los 3.000 visitantes del CF Illueca estará la próxima semana volcada con su modesto conjunto. Se trata de un equipo también muy combativo lejos del campo municipal Papa Luna y que ha sido el mejor visitante de su grupo, con hasta 11 victorias. El Palo tiene el reto de volver a convertir el San Ignacio en una olla a presión para allanar el camino de cara al encuentro de vuelta de la próxima semana.