Keko Gontán, jugador propiedad del Málaga cedido hasta final de temporada en el Real Valladolid, cobra protagonismo en el marco de la operación Oikos. El diario El Mundo ha destapado que los investigadores acreditan que Borja Fernández se reunió «con varios jugadores de la plantilla del Valladolid en casa de uno de ellos, Sergio Gontán Gallardo, alias Keko». Allí se gestaría el amaño del partido. En las conversaciones, los líderes de la trama comentaron que el capitán del Valladolid debería cobrar al menos 50.000 euros.

Las escuchas también delatan a Carlos Aranda: «Mira, hermano, que gana primera y segunda parte el Valencia, ¿vale?». Los pinchazos, unidos a otros indicios y contactos entre futbolistas prácticamente confirman a los investigadores que el choque de la última jornada de LaLiga entre Valladolid y Valencia (0-2) habría sido amañado.

El titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca tiene seis meses de escuchas telefónicas a los principales implicados en este caso de amaños. La tesis de la investigación es que "al parecer, el resultado pactado fue la victoria del Valencia CF en la primera parte y la victoria final del mismo equipo, pronóstico que se cumplió con la ayuda de jugadores del Valladolid. Por su parte, Carlos Aranda Reina y Raúl Bravo Sanfélix hicieron apuestas deportivas en la línea con el resultado previamente pactado». El «amaño» habría sido realizado de «forma concertada con Borja Fernández Fernández», capitán del Valladolid, a cambio de un pago que, según la documentación judicial, estaría aún pendiente de realizarse o de acreditar con pruebas.

A su vez, según el magistrado los cabecillas de la organización realizaron apuestas «cuyo resultado proporcionaría unas ganancias del doble de lo apostado por la organización criminal». En las intervenciones telefónicas más relevantes está Carlos Aranda, él fue quien ordenaba las apuestas que se debían realizar. «Mira, hermano» -comenta el ex futbolista paleño a un amigo- «el Valencia gana la primera parte y la segunda, ¿vale? Escúchame, que gana la primera parte y la segunda, ¿vale? O sea que gana la primera parte y el partido lo gana también; no que gana, que tiene que marcar dos goles en las dos partes, que gana primera y segunda (...). Mira, tú sabes lo que es, no se puede enterar nadie, pero sabes lo que es. Nadie. Nadie es nadie, nadie, ni tus amigos, ni nadie».

Aranda estaba convencido del resultado y por ello avisó el mismo día del partido a una empleada de los salones de juegos de su propiedad en Málaga. «Apuesta 10.000 euros y te llevarás 20.000», le dejó caer. 24 horas después, el día 19 de mayo, el mismo Aranda afirmó que «había siete jugadores comprados», en referencia al Valladolid.

Carlos Aranda está siendo considerado pieza clave en la operación, ya que la mayor parte de las grabaciones se le hacen a él. Además, «la investigación ha constatado que Raúl Bravo es el personaje más esquivo». «No sólo cambia constantemente de número de teléfono, sino que toma muchas precauciones y utiliza teléfonos encriptados». La policía tiene acreditada, al menos, una conversación mediante uno de esos dispositivos con Borja Fernández, del mismo modo que le consta una cita entre ambos fijada mediante otro procedimiento.

Las conclusiones del caso se centran en la realización de amaños para ganar apuestas deportivas, no interfiere en los intereses deportivos y económicos de los clubes implicados. En la documentación recabada hasta ahora no aparece ninguna conexión de los implicados en el caso con el Valencia ni con su entorno. De hecho, fuentes cercanas a la investigación señalan que el Valladolid podría haber recibido la oferta de una prima a terceros, por ganar al equipo de Marcelino, que la plantilla blanquivioleta habría rechazado, y por la que se habría interesado Raúl Bravo en uno de sus contactos con Borja Fernández