Poco a poco se van conociendo más detalles de la Operación Oikos. Para los investigadores, el punto de inicio de este entramado se sitúa en el partido entre Málaga y Real Madrid del 21 de mayo de 2017. Según el sumario al que ha podido acceder el diario El País, Carlos Aranda habría intentado manipular la cantidad de córners a lo largo de este encuentro con la ayuda de Recio.

Aquel partido acabó con victoria del conjunto blanco por 0-2 con goles de Cristiano Ronaldo y Benzema y otorgó el título de campeón de liga a los de Zidane. El Málaga, con la permanencia en Primera asegurada, no se jugaba nada.

Las investigaciones aseguran que Aranda estaba en contacto con Recio, por aquel entonces jugador del Málaga CF. El día después del partido contra el Madrid, los dos vecinos paleños tuvieron una conversación telefónica en la que Aranda recriminaba a Recio que se habían realizado 16 saques de esquina en el choque de La Rosaleda, en vez de los 14 que previamente habían pactado. El cómputo final fue de 9 a favor de los malaguistas y 7 para los visitantes.

«Mira, mira, mira, mira te pedí, te, te, te pedí 14 y hubo 16, gilipollas que soy», protestaba Carlos Aranda. Por su parte, Recio le contestó sorprendido y se escudó en que él no los iba contando. «Increíble, increíble viejo. Yo estaba en mi casa, tirándome de la cabeza», insistía el presunto cabecilla de la trama.

En el informe policial se ha observado que José Luis del Pozo «Recio» podría ser «un jugador a sueldo de la organización para lograr conseguir que se produzcan determinados resultados en los partidos en los que él juega». Asimismo, destacan que los amaños en los que presuntamente participaba eran «de gran rentabilidad» por jugar en Primera División.

El juez también incide en que Recio actuaba «bajo la subordinación de Carlos Aranda», ya que el exjugador había comentado días atrás el plan que tenían previsto para el Málaga-Real Madrid en una conversación con un amigo, Ignacio Ojeda.

En ella, Ojeda se quejaba por haber apostado 600 euros a que Recio recibía tarjeta amarilla en el Málaga-Sevilla del 1 de mayo de 2017. Aranda respondió: «¿Por qué no me lo dijiste a mí que yo se lo diga que se la sacaran?».

Hasta el momento, Recio no consta como imputado de la Operación Oikos, pero su teléfono ha estado intervenido por orden judicial. Esta medida fue tomada el 28 de diciembre después de que el magistrado recibiese un informe policial que apuntaba que Recio estaría «corrompido intentado influir con su actuación en el resultado de los partidos». La medida se mantuvo hasta el 5 de abril, cuando según otro dossier la policía constataba que las escuchas al actual jugador del Leganés no estaban siendo efectivas.

El 24 de abril fuentes policiales emitieron otro extenso informe en el que se hablaba con detalle de todos los presuntos implicados en esta operación. En este documento había un apartado específico para Recio y en él se relataba que el 9 de marzo se habría producido un supuesto intento de amañar un partido de juveniles entre el CD 26 de febrero y el CD San Félix. Para los investigadores fue crucial la actitud de Recio porque en vez de «asombrarse por el intento de amaño, lo ve como algo normal en el desarrollo de los acontecimientos deportivos. De hecho, le extraña que (el CD San Félix) no se haya dejado meter un gol para perder».