España cumplió con el guión en su puesta de largo en el Torneo de Málaga ante Costa de Marfil. Exhibió pegada y músculo, dio espectáculo (más al principio que al final), mostró una amplia variedad de recursos atrás y delante, derrochó talento y demostró que va ser en China uno de los claros candidatos al podio de un Mundial en el que ganar cada partido, sobre todo a partir de la segunda fase, será un reto de primer orden. Y es que da miedo echar un vistazo a lo que llevan Serbia, Francia, Canadá, Australia, Estados Unidos...

Los de Sergio Scariolo, que descartó para esta semifinal del Carpena a Llull, Rudy, Sastre y Diop (casi nada), están en el buen camino. La «familia» ejerció de tal, se notó la complicidad entre los jugadores y ese concepto de «equipo» que ha llevado a la gloria a España casi cada verano en la última década y pico de Eurobaskets, Juegos Olímpicos y Copas del Mundo (menos). Es verdad que faltó más regularidad, pero con el partido sentenciado desde el minuto 10 era imposible exigir tanta intensidad, por mucho que Sergio Scariolo lo intentara.

El partido tenía un doble aliciente para la afición cajista. Ver a España, por supuesto, y ver también a Deon Thompson, uno de los refuerzos llegados este verano al Unicaja. El interior americano, nacionalizado costamarfileño, fue titular ayer en la selección de Paolo Povia. El partido arrancó, precisamente, con un triple suyo. Imposible mejor carta de presentación para el nuevo ala-pívot verde, que hizo un primer cuarto perfecto: 10 puntos y 3 rebotes.

España no dio mucha opción a la sorpresa a un rival desbordado por la rapidez en las transiciones y el acierto en el tiro de los españoles. Los 10 primeros minutos se cerraron con un 28-16 que anunciaba lo que estaba por venir.

El equipo de Scariolo se gustó. Intentó dar espectáculo y jugó siempre que pudo por encima del aro, provocando las delicias de una Carpena entregado a la causa desde el mismo salto inicial. 16 arriba estuvieron los de Scariolo mediado el segundo cuarto, 38-22. La producción ofensiva de los españoles sufrió un pequeño frenazo, aunque el partido alcanzó el descanso con un contundente 46-29 a favor de los de Scariolo.

Perdió ritmo el choque tras el intermedio. España dejó de ser tan intensa, tampoco corrió como los primeros 20 minutos, pero aun con la sensación de ir con el freno de mano echado, siguió dominando a su antojo a un rival incapaz siquiera de amagar con el intento de remontada.

El partido entró en el último cuarto con 60-44 y la sensación de que todo lo que había que ver en la semifinal, ya estaba visto. Lo mejor fue ver jugar más minutos al cajista Jaime Fernández, que sigue pico y pala buscando su sitio en el «12» de Scariolo para China. Ante Costa de Marfil sumó 2 puntos, un rebote y cuatro asistencias, en 19:30 minutos sobre el parqué.

Este sábado, contra Congo, la finalísima del Torneo de Málaga, a partir de las 22 horas (Cuatro).