Vuelve a rodar el balón de la Liga Nacional de Fútbol Sala en el 40x20. La espera terminó. El próximo sábado 14 de septiembre se inaugurará el curso 2019/2020. El BeSoccer CD UMA Antequera regresa a Segunda División con la ilusión de tomarle el pulso cuanto antes a la categoría de plata para convertirse con el paso de las jornadas en un aspirante a pelear hasta el final por el ascenso a la élite nacional.

Una vez más, en las oficinas de la entidad malagueña tocó reinventarse en la planificación de la plantilla ante la baja de jugadores de calidad que intentaron lograr sin éxito la permanencia en Primera. Manuel Luiggi Carrasco “Moli”, con el respaldo de su cuerpo técnico, apostó por mantener buena parte del bloque con el que viene trabajando en los últimos años, acudió al mercado en busca de varios refuerzos de nivel, cerró la continuidad de un jugador de la talla de Alvarito y abrió hueco a cuatro destacados canteranos del filial en edad aún juvenil. Con todos esos mimbres inició la pretemporada el pasado 12 de agosto.

“Ha sido positivo porque los jugadores captan el mensaje de los entrenamientos, tanto en la estrategia con Tete como en el trabajo de juego, sistemas y defensa. Ahora toca mirar hacia la Liga. Ha sido una buena pretemporada en resultados y juego. Los marcadores que hemos conseguido, están ahí, pero no los tenemos que tener en cuenta. Podemos ser campeones en la fase de preparación, aunque lo que a mí me interesa es ser campeón de otra cosa, en Liga, y nos lo van a poner muy complicado”, declaró Moli.

Un calendario exigente de encuentros permitió a los guerreros universitarios ir aumentando el rodaje hasta lograr un título regional. “Betis y Córdoba pueden sacar mejores conclusiones. Dentro del deporte puede pasar todo, pero no es normal ganar dos veces a Córdoba con un resultado abultado. Es cierto que hemos ganado la Copa de Andalucía y es un auténtico placer y un galardón muy bonito de lograr. Me gusta fijarme más en lo que debemos de hacer en la Liga y lo que tenemos que mejorar. Chapó por los chicos que han cumplido muy bien con la labor encomendada y físicamente se han encontrado bien. Me siento, por otro lado, muy orgulloso del cuerpo técnico con el que cuento y toca mirar a lo que nos interesa; la competición liguera”, puntualizó el técnico.

Volver a empezar no es nada nuevo en el cuadro antequerano. Durante las semanas previas al estreno de la temporada oficial en Talavera, la labor de potenciar a la nueva escuadra se ha juntado con la adaptación de los nuevos fichajes y los canteranos del filial seleccionados a ayudar al primer equipo. “Lo positivo es que tenemos cuatro chicos de la cantera, aún en edad juvenil, que están pidiendo paso y así lo han demostrado siendo como uno más a lo largo de la pretemporada. Tenemos una plantilla corta de 13 jugadores y, en el momento que haya una lesión como hemos tenido tocados en los últimos partidos a Javi Amorós o Alvarito, ahí están los chicos. Este es uno de los aspectos a destacar de la preparación al descubrir que disponemos de una cantera con jugadores pidiendo una oportunidad y debemos amarrarnos bien las zapatillas para competir, porque jugará el que más se lo merezca”, indica Moli.

A las puertas del curso 2019/2020, la experiencia de los ascensos y descensos de este último ciclo competitivo en el plantel verde ayuda a focalizar los esfuerzos en ir partido a partido con la intención de ocupar una plaza en la parte alta ante la dificultad de subir de categoría por la entidad de los equipos que aspirar a ese importante objetivo. Nadie mejor que la voz del preparador malagueño para transmitir confianza e ilusión a su vestuario. “No voy a cambiar mi forma de trabajar. El mensaje a los jugadores es el de formar un equipo compacto en el que seamos una familia competitiva, que haya solidaridad entre los compañeros y mucha unión”.