El baloncesto no fue justo con el CB Marbella en Gijón, que cayó por 80-75 ante el Círculo Gijón Baloncesto en un encuentro que tuvo que decidirse en la prórroga. El conjunto de Florido tuvo el partido ganado, pero Portugués, desde ocho metros, empató el partido 71-71 y llevó el encuentro al tiempo extra, en el cual el CB Marbella se desvaneció.

Buen primer cuarto del CB Marbella, que salió a por el partido sin pensárselo dos veces. Con una buena defensa, un gran acierto en ataque pero sobre todo, dominando el rebote, los de Javi Florido apenas se vieron por detrás en el marcador en los primeros compases. Incluso con un 3+1 de Adri Fuentes, espectacular en el arranque del encuentro, los azulones se pusieron 5-15 a mitad del periodo. Pronto igualaba la contienda Reynols con una canasta con adicional y Menéndez, desde el exterior, metía a los suyos en el partido. No obstante, el parcial favorecía al conjunto malagueño por 15-17.

El arranque del segundo cuarto también fue soberbio para los marbelleros. Lucas Muñoz, muy explosivo en la dirección, y el buen hacer bajo los tableros de Álex Navajas y Willie William permitían seguir cogiendo ventaja al CB Marbella. Ignacio Galán, técnico asturiano, tuvo que pedir tiempo muerto casi a los tres minutos tras un canastón de Nacho Trujillo con asistencia de William, que alzaba el electrónico al 17-28 azulón. Joaquín Portugués salía al rescate de los suyos con un triple, que levantaba a la grada copada por cerca de 300 personas (22-28). Empezaba a sentirse cómodo Gijón sobre el parqué y Marbella debía tirar de oficio para mantener cierta distancia en el partido, que estaba saliendo tal y como se esperaba. En los últimos minutos antes del descanso se igualaron las fuerzas, pero mantuvo la compostura el conjunto de Florido (29-36).

Tras el descanso el partido se revolucionó. Ya no era tan clara la ventaja azulona y era Gijón quien tomaba las riendas del partido. Nada más salir, del +7 se pasó a un 39-39 que ponía las cosas como al inicio, en tablas. Empezó Marbella perdiendo balones que anteriormente no perdía y los nervios afloraron en el ataque, cosa que aprovecharon los de Galán de la mano de Reynols y Poyatos para meter miedo en el cuerpo (51-49).

Tocaba jugar contra las cuerdas y poner a prueba los nervios en un partido que estaba claro que se iba a decidir por detalles y por defensa. Empezaba Billy McDonald anotando un 2+1 y a la siguiente Navajas robaba un importante balón para subir la moran y la intensidad del CB Marbella. Dos rebotes consecutivos de Navajas, otra vez, propiciaban una nueva canasta para oxigenar la mente y seguir remando (51-54). No podían ir mejor las cosas, sobre todo cuando Gijón no atinaba en un tiro exterior y el contrataque azulón lo culminaba Adri Fuentes con un triple (51-57). En cuestión de tres minutos se pasaba de la angustia al subidón, pero aún quedaban hasta seis minutos por delante. Tiempo de sobra para que Gijón apretara, para que se pitara una antideportiva sobre Fuentes y para que los dos tiros libres del base no entraran. Para que Reynols metiera un espectacular 2+1 que dejaba sin respiración al CB Marbella. Apareció la figura de Taylor Cameron para echarse al equipo a las espaldas. Siete puntos del americano, con un estratosférico triple cuando el marcador apuntaba 64-66 parecía que mataba el partido. Los últimos segundos de partido se convirtieron en un carrusel de faltas, pero los tiros libres los falló Marbella, que dejaba una penúltima bola a Gijón para que Portugués, desde ocho metros, la clavara y empatara 71-71 la contienda. Con diez segundos por delante y empate no podía jugársela otro que Cameron, pero esta vez no acertó y llegó el tiempo extra.

En la prórroga, se vio como el CB Marbella caía física y mentalmente. Un parcial de 7-0 comandado por Portugués, una vez más, tumbaba a un conjunto azulón que hizo un verdadero esfuerzo durante todo el partido. Un triple de Lucas a falta de 50 segundos pudo empatar el partido (78-75) y a la siguiente se le salió una bandeja a Bruno Diatta que podía apretar aún más la cosa, pero el baloncesto fue cruel con el equipo azulón y acabó esfumándose la victoria por 80-75.