El atleta del Club Nerja de Atletismo Ouassim Oumaiz, a sus apenas 20 años de edad, hizo historia en el Cross Internacional de Atapuerca. Fue el primer español en inscribir su nombre como ganador, pero además rompió las quinielas al demostrar su enorme poderío, pese a su reciente lesión y la inoportuna caída que sufrió a mitad de recorrido, sobre la armada africana que integraba a cuatro atletas que habían estado entre los diez primeros del último Mundial de Cross.

De todos los favoritos, él era el más joven, el único no nacido en África, el que debutaba en categoría absoluta y el que volvía a la competición tras cinco meses parado por culpa de sus recientes dolencias. Era, en definitiva, el tapado, pero logró imponerse en el terreno más difícil. El corredor nerjeño de origen magrebí hizo así historia en la categoría absoluta del Cross de Atapuerca, después de que lo hiciera en 2008 el atleta nacionalizado Alemayehu Bezabeh.

En la nómina de candidatos a la victoria figuraban esta vez nombres de la talla de Aron Kifle, Timothy Toroitich o Thomas Ayeko. Sin embargo, a la fiesta se unió a última hora Oumaiz, actual campeón de España de Cross. Se sintió además cada vez más cómodo en los repetidos pasos por el parque de arqueología experimental de Atapuerca. Incluso se resbaló y se fue al suelo en uno de los momentos de mayor tensión. Pero los cronistas locales consideran que ese traspié le dio «fuerza mental», ya que tras recuperar el ritmo y volver a contactar con el grupo en el que iban Ayeko, Toroitich y Kifle optó por lanzar un ataque demoledor. A falta de menos de un kilómetro, el cambio de ritmo le permitió marcharse en solitario y entrar en línea de meta con solvencia.

Finalmente detuvo el cronómetro en 25 minutos y 54 segundos, después de cubrir la distancia de 9.000 metros. «No podía dejar escapar esta oportunidad. Mi táctica era aguantar y, cuando he visto que tenía fuerza, he ido a por la victoria», aseguró en el podio.