Berni Rodríguez, el jugador malagueño más laureado y único que tiene su camiseta retirada en el Carpena, ha dejado de ser un ídolo del baloncesto para los más jóvenes. La mayoría de los adolescentes actuales nunca lo han visto en una cancha luciendo el 5 de Unicaja ni junto a Gasol y Navarro en la selección española. Pero sí han podido disfrutar de su nueva faceta de coach, conquistando a la audiencia con sus historias y experiencias más que con sus canastas.

Berni forma parte del prestigioso grupo de deportistas andaluces que la Consejería de Educación y Deporte ha fichado para acercar el programa «Mentor 10» a los centros educativos de nuestra comunidad. Y tras su visita al IES Vicente Espinel, se puede afirmar que ha demostrado con creces el porqué de su elección.

Rodríguez sigue siendo un tipo entregado, positivo y que transmite buena energía en todo lo que hace. En su charla se mostró cercano, asumiendo a la perfección ese rol de «mentor» que le permite conectar a la perfección con los más de 100 chicos y chicas que tuvieron la suerte de escucharlo. Berni utilizó varias anécdotas de su carrera profesional para elaborar un divertido a la vez que profundo discurso en el que conectó el baloncesto y la Educación, priorizando los valores, la cultura del esfuerzo y la capacidad de participar en grupo.

Berni habló de no perder la confianza y aprender de los errores como parte indispensable en el proceso de aprendizaje. Utilizó su temprana capitanía en Unicaja para explicarle al alumnado que para liderar un grupo humano lo más adecuado es predicar con el ejemplo y consolidar su compromiso por sus acciones y ayuda a los compañeros.

Frente a la corriente de la sociedad actual, Berni incidió en la importancia de valorar y reconocer el trabajo oscuro, alejado del brillo de los focos, que hacemos diariamente, situando el respeto como elemento prioritario para mantener unas relaciones humanas positivas. Berni también explicó a los chicos el concepto de «resiliencia», muy importante en la adolescencia y ante los estudios, como la capacidad que tienen las personas para sobreponerse y volver más fuerte y confiado tras los problemas.

Su último ejemplo para explicar la gestión de grupos lo hizo usando la improvisación en el jazz, donde cada músico tiene su momento de brillantez sin que el resto del conjunto se sienta eclipsado, pues todos buscan hacer mejores a sus compañeros.

Las preguntas de los asistentes fueron el cierre perfecto de una actividad en la que Berni, como el perfecto mentor, les invitó a disfrutar con la práctica del deporte, a ser positivos y esforzarse en las tareas del día a día y, sobre todo, a seguir estudiando y crecer como personas llenas de valores. Berni se marchó del Gaona con una ovación de gala, como pasaba en sus tardes más lucidas en el Carpena, tras haber compartido una estupenda mañana gracias al programa «Mentor 10».