Es una de las jugadoras malagueñas más internacionales. Marta López, que forma parte del equipo rumano del SCM Râmnicu Vâlcea, afirma en una entrevista de la Federación Andaluza de Balonmano que es una afortunada ya que, en el momento de declararse el confinamiento, ella se encontraba en Málaga y está pudiendo pasar la cuarentena con su familia a la espera de que la competición pueda reanudarse en Rumanía para poner el cierre a una temporada que estaba siendo muy especial para ella.

Pregunta: Siendo una jugadora que juega en el extranjero, es casualidad que le pillase justo en casa.

Respuesta: Teníamos la concentración el 15 de marzo, cortamos la liga en Rumanía el 11 tras el partido ante el Bucaresti y el 12 por la tarde estaba viajando hacia España. Así que cuando se declaró el confinamiento me pilló en casa porque iba a pasar el fin de semana aquí antes de incorporarme con la selección.

P: ¿Puede considerarse afortunada por este hecho?

R: Al final, si miras las redes sociales, ves mucha gente que no ha podido llegar a salir del sitio donde estaba y la verdad es que puedo decir que he tenido suerte. Tuve mis dudas, porque no sabía cómo estaba la situación, si tenía que bajar, si nos íbamos a concentrar con la selección, pero decidí bajar y a partir de ahí fue cuando se empezó a cerrar todo.

P: ¿Cómo está siendo su día a día?

R: Al final los entrenamientos no los podemos perder, hay que intentar hacer algo, dentro de las posibilidades, porque es complicado. Normalmente, cuando bajo a Málaga, suelo ir a los gimnasios o a clínicas para rehabilitarme o prepararme para la siguiente temporada o lo que sea, y en casa apenas tengo material para poder usar de entrenamiento. Hay que estar echando mucha imaginación. Además, intento leer un poco , ver la tele, usar las videollamadas para hablar con familiares y amigos y echándole mucha paciencia.

P: ¿En qué situación se encuentra con su equipo?

R: A nosotras nos han mandado al ERTE, la situación de alarma allí la han ido haciendo de manera progresiva, han ido cerrando poco a poco, pero llevan unas semanas con todo cerrado. El estado de alarma en Rumanía está declarado, en principio, hasta el 16 de mayo.

P: Vaya fastidio este parón con la temporada que estaba viviendo.

R: Sí, estaba siendo una temporada muy bonita para mí personalmente, veníamos de ganar la plata en el Mundial, con el equipo estaban las cosas muy bien, en cuartos de Champions, peleando por la liga, físicamente y deportivamente me encontraba muy bien y ahora mismo es un stop muy grande.

P: ¿Hay alguna decisión sobre lo que ocurrirá con la liga en Rumanía? Su equipo lideraba la tabla.

R: Nos quedaban siete jornadas y la Copa. En principio ellos siguen adelante, con la idea de jugarlo. El día 22 van a tomar una decisión de cómo quieren plantear el calendario, si jugar en junio ambas competiciones. Pero no sé sinceramente como va a quedar la cosa o como se va a plantear. Sabemos que las jugadoras que estamos en el extranjero ahora mismo y que tenemos que volver tendremos que hacer probablemente otros 15 días de confinamiento allí. A no ser que nos puedan hacer algún tipo de test que nos permita salir antes.

P: En la Champions League les tocaba jugar los cuartos de final ante el Metz y también está la incertidumbre sobre si se podrá retomar.

R: Está claro que todo el mundo quiere acabar las competiciones, pero la Champions lo veo más difícil. Hungría ha cancelado las competiciones, Suecia ha cancelado la liga, varios países lo han hecho y algunos tienen equipos disputando la Champions. Sinceramente, creo que no se va a poder celebrar porque la situación de cada país va a ser diferente y los equipos que van a cuartos dependen mucho de jugadoras extranjeras y considero que disputar los partidos en estas condiciones es un atentado contra la salud.

P: Imagino que, en lo personal, estará un poco fastidiada por el aplazamiento de los Juegos Olímpicos, aunque fuese una decisión sensata.

R: Tenía esas ganas y esa esperanza de jugar los Juegos Olímpicos, pero está claro que era la decisión que se debía tomar. Toca alargar un poco más el sueño y esperar que la próxima temporada vaya todo bien, la cosa esté solucionada y podamos recuperar el nivel y estar en las mejores condiciones, que al final es lo más justo, que todo el mundo llegue en las mejores condiciones.

P: Como hablábamos antes, una temporada que podía ser de las mejores de su carrera y vaya bajonazo al final.

R: Ha sido la sensación de que nos han parado en seco. Hemos parado nuestra vida y el sentimiento es que mañana podemos volver a empezar pero que este parón va a hacer mella para volver a recuperar el ritmo. No es imposible, pero va a costar. Y con lo bonita que estaba siendo la temporada, por esa parte sí estoy un poco triste.

P: ¿Cree que al menos sacaremos una lectura positiva de todo lo que está ocurriendo?

R: Es complicado. Quiero pensar que esto nos va a hacer ver las cosas de otra manera y a valorar muchas otras cosas, que nos demos cuenta que a veces no le damos importancia a cosas que sí la tienen. Por ejemplo con la sanidad, siempre nos andamos quejando o no le damos la importancia que tiene y ahora sin embargo se lo debemos todo a ellos y debemos apoyar en todo lo que ellos están sufriendo. Porque la gente que estamos en casa y estamos sanos nos encontramos tranquilos, salimos a aplaudir a las 20:00 y podemos decir que estamos bien. Pero esa gente que está en la calle, esos sanitarios que deben estar decidiendo quién puede y quién no salir adelante, ellos sufren más que los que llevamos un mes encerrados en nuestra casa. Deseo que ojalá cambiemos todos, que este mes y medio o dos meses nos haga más generosos, solidarios y empáticos, pero tengo dudas de que, a largo plazo, vaya a darse un cambio general.