Se cumple una semana justa desde el final de la Liga ACB, la victoria del Kirolbet Baskonia no ha sido sino la plasmación de la idea anterior a la disputa de la Fase Final de oportunidad única de casi todos los equipos de meter algún susto a los ilustres de la competición, un título que servirá para agrandar de manera inesperada el palmarés de los de Josean Querejeta y que para otros equipos quedará como una oportunidad perdida, o una gran decepción.

Nuestro Unicaja está en otras cosas, el modo preparación de la temporada 2020/2021 es un hecho desde la última derrota de Valencia y ya comienza resolviendo parte de las dudas que pudieran tenerse.

Lo primero y primordial era ver si Luis Casimiro Palomo continuaba en Málaga o no, la resolución a la duda ha quedado muy clara por parte del presidente del equipo cajista y mayor defensor del entrenador manchego, con lo que, caso de no mediar catástrofe y de seguir más o menos las cosas como están, Luis Casimiro podrá seguir disfrutando de las bondades de nuestra ciudad.

Vaya por delante, que de la rueda de prensa en la que el Unicaja manifestó la continuidad del inquilino del banquillo, lo que más esperaba era la justificación, el porqué de la renovación del mismo. De manera lapidaria, Eduardo García en su faceta de portavoz, habló de compromiso, no me extrañó (aunque no me gusta), que reduzca a una parte crítica de la afición a «muy sonoros, pero no son tantos», es la habitual manera -desde hace un tiempo- de minusvalorar y señalar a quienes no aplauden las decisiones oficiales. No creo que por parte del club se esté en situación de desdeñar aficionados ni opiniones.

Espero, o por lo menos tengo curiosidad, por saber si ese cerrar filas a favor de la continuidad del entrenador dentro del consejo de administración del club seguirá si llegan resultados adversos. Es algo que ninguno queremos, pero inherente a la competición.

Siguiendo con la alocución del presidente, no debe de pasar nada, más o menos parece que Luis Casimiro tuvo más adhesiones entre la directiva cajista que Erich Honecker en los congresos del SED en la antigua RDA, aunque en los medios malagueños se habló de opiniones discordantes dentro del consejo de administración.

Lo que no quisiera nunca es que la temporada que viene tenga alguna similitud con la que se vivió en Málaga en la temporada 1987/1988, en la que, tras sólo tres encuentros, Arturo Ortega fue despedido del vestuario del Caja Ronda. Estoy seguro al cien por cien que eso no va a ocurrir, pero aquello no fue que Paco Moreno (dep) se volviera loco en cuanto a la celeridad del cese, sino que venía larvado desde el ascenso de la temporada anterior, y a la mínima contrariedad, la salida estaba cantada. De ahí, Ortega pasó a representar a jugadores y ya conocen el éxito de su carrera.

La decisión de mantener a Luis Casimiro, vuelca toda la responsabilidad directamente en la dirección del Club Baloncesto Málaga y más concretamente en su presidente como responsable de la misma, ojalá acierte. Según lo que ha trascendido a los medios, conseguir el acceso a la Euroliga esta temporada próxima supondría la renovación automática del entrenador, por mi parte, digo hoy mismo que ojalá suceda, porque para mí, todo el que esté en este equipo es de los míos, y por lo tanto, todo lo bueno que le ocurra va en beneficio del club de toda mi vida.

También estoy seguro de que los aficionados que podamos acudir al pabellón a animar al equipo demostraremos como siempre el compromiso que demanda Eduardo García, lo que no sé es el número de los que renovarán ante las actuaciones -tampoco se puede olvidar la polémica generada por el tema de los abonos- de la directiva, lo que espero es que si hay merma significativa en el número, no se le eche la culpa sólo a la crisis que nos asola, porque si hay algo de lo que no dudo es del compromiso del núcleo real de la afición cajista. Sobre no provocar tensiones o generar ilusión en la afición, la experiencia me arroja muchas dudas.

De compromiso habló el presidente, e hizo de ese concepto el principal, y casi único, argumento de defensa del entrenador para renovarlo, creo que es lo mínimo que se le puede exigir a un profesional, en todos los empleos hay buenos y malos compañeros, al igual que buenos y malos jefes, pero hablar de compromiso profesional es como el valor en el servicio militar: se presupone. El entrenador que esté aquí es necesario que tenga otras cosas. Ya he dado mi opinión sobre Luis Casimiro y no es necesario que me ponga pesado repitiéndola, gestión de refuerzos de la plantilla mediante, espero sus éxitos, porque serán los de todos, con todos los parabienes y felicitaciones por delante, y sobre todo, también espero la sensatez, la solidez y la madurez por parte de quien tiene que tomar decisiones en su momento, asumiendo la responsabilidad siempre.