La decimotercera etapa del Giro, que se disputa entre Cervia y Monselice, de 192 kilómetros, presenta un recorrido totalmente llano en sus primeros 150 kilómetros que conducen a un circuito muy exigente con dos cotas de cuarta consecutivas, donde se puede alterar el orden que impida un esprint.

Las subidas pueden ser traicioneras. En el kilómetro 162 toca el ascenso de Roccolo a través de la concatenación de 3 ascensos diferentes (el Muro di Vallorto, con un muro del 20%, el ascenso de Castelnuovo y el verdadero Roccolo con tramo del 17%) por carreteras estrechas.

Tras un descenso rápido en Cinto Euganeo el pelotón se enfrentará al Muro di Calaone da Rivadolmo, en el kilómetro 176, otra dificultad de cuarta, de 2.200 metros de longitud al 9,8 por ciento y pendientes máximas del 18 antes de la última parte rápida de la etapa.

Tras una parte de la etapa que se presume convulsa, el terreno llano conducirá hasta Monselice a través de carreteras planas y rectas. Si antes no se ha roto el pelotón en mil pedazos, un esprint supondría otro día de fiesta para Démare, Sagan y compañía, sobre todo para el francés, que está imparable.

Un día más, el portugués Joao Almeida defenderá la maglia rosa, con 34 segundos sobre el neerlandés Wilco Kelderman (Sunweb) y 43 respecto al español Pello Bilbao (Bahrain McLaren).

Datos de la etapa:

Hora de salida: 11.40 horas

Hora prevista de llegada: 16.30 horas

Montaña:

Km 162. Cota de Roccolo (4a), 4,1 kms al 8,3 por ciento

Km 176. Cota de Calaone (4a), 2,1 kms al 9,8.