Tanto lo tuvo en sus manos que no supo creérselo. Alejandro Davidovich pasó de la gloria a la decepción en un instante. El malagueño perdió su partido de cuartos de final del torneo Bett1Hulks Championship de Colonia en tres sets (6-2, 6-7 y 1-6) ante el argentino Diego Schwartzman, número nueve del mundo. Un triunfo que hubiera significado plantarse de nuevo en semifinales de un ATP 250 en su mejor victoria como profesional. Schwartzman, recordemos, es un tenista que ha ganado recientemente a Rafa Nadal y Dominic Thiem.

El choque fue intensísimo y la imagen del malagueño fue digna de admirar, jugándole de tú a tú a todo un Top 10 mundial. Tan magistral fue su juego que Davidovich llegó a estar en una situación cómoda para ganar el partido. Con el primer set a favor, el malagueño se puso 5-2 en el segundo. Hizo tres breaks de saque y se situó con un juego por delante para hacer suya la victoria. Incluso dispuso de un match ball en el 5-4 que no logró cerrar. El argentino se sobrepuso mentalmente a su rival, que perdió la confianza paulatinamente. Del posible 6-2 al 6-7. Un golpe duro del que fue imposible reponerse.

Después de llevarse la primera manga en poco más de media hora con una superioridad pasmosa (6-2), el desquicio de lo ocurrido en el segundo set lo encadenó al adiós. El tercero y último set fue el castigo, la lección aprendida, el final escrito de un Davidovich que esta vez fue el vencido, pero una vez más con la cabeza alta. Dejó una clase magistral de golpes, dejadas, reveses y despliegue físico que sorprendió a un rival de mucha categoría. La mentalidad y falta de experiencia en gestionar momentos de concentración determinantes lo castigaron, pero en la pista quedaron las sensaciones de un tenista joven, con proyección brillante y mucho que ganar por delante.

Davidovich se despide de dos semanas en Colonia habiendo alcanzado una semifinal que perdió contra Zverev, número 7 del mundo y posteriormente campeón del Indoor, y contra Schwartzman, el mismo argentino que no hace mucho jugó ante Nadal la semifinal de Roland Garros. Está siendo un 2020 de sensaciones buenas para 'Foki', haciendo cada vez más grande su currículum como deportista. Es el 64 del mundo, y a este ritmo, el Top 10 no le quedará muy lejos.