El exfutbolista Diego Armando Maradona fue ingresado la tarde de este lunes en el sanatorio Ipensa, de la provincia de Buenos Aires, para ser sometido a un "chequeo general" tras un "bajón anímico", según informó uno de sus médicos, Leopoldo Luque. Sin embargo, a lo largo de este martes se ha conocido que El Pelusa tendrá que ser operado por un coágulo cerebral.

El exfutbolista, actual técnico de Gimnasia y Esgrima, será intervenido este miércolesen un hospital de Buenos Aires, según informa el diario Olé, con motivo de una "cirugía" por un "hematoma subdural". El campeón del mundo en 1986 será trasladado de la clínica Ipensa a un centro de la capital federal del país.

El '10', cuya enfermedad no estaba relacionada con el coronavirus, sufrió un cuadro de anemia, motivo por el que se está realizando pruebas desde el pasado mes de septiembre. Esta información llega unas horas después de que su médico personal Leopoldo Luque, enviase un mensaje de tranquilizador.

"Hay que estar tranquilos. Esta no es una situación de emergencia. Diego está bien, pero puede estar mejor", manifestó su médico horas antes de conocer la intervención de urgencia a la que será sometido Diego Armando Maradona, quien recientemente cumplió 60 años.

"Fue una semana media complicada para él emocionalmente. Mucha presión, eso generó un bajón anímico. Le afectó la alimentación. Lo vimos de una coloración diferente y con una actitud diferente, decidimos estudiarlo para ponerlo un poco mejor", dijo Luque en rueda de prensa desde la puerta de la clínica.

"La idea es dejarlo (internado) hasta optimizarlo. Diego si quiere se para y se va", remarcó. Para Luque, Maradona "puede estar 10 mil veces mejor" y la decisión de que se interne fue consensuada.

"Traerlo acá lo ayuda a mejorar. Yo le dije: 'Che, Diego, tenés el bolso, vamos a una clínica para mejorar un poco y estar mejor' y después de negarse un poco me dijo: "Bueno, vamos".

Luque remarcó que Maradona "es un paciente de edad con muchas presiones en su vida".

"Es muy difícil ser Maradona. Yo creo que Diego es alguien que toma sus decisiones constantemente. Él no está acá porque lo traje yo, está acá porque quiso venir", remarcó Luque, que negó un contagio de coronavirus.

Maradona, que el viernes cumplió 60 años, estuvo ese día en la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata, club del que es entrenador, pero se retiró del estadio apenas comenzó el partido.

El segundo entrenador, Sebastián Méndez, se hizo cargo del equipo que venció a Patronato por 3-0.

Antes del encuentro Maradona fue recibido y homenajeado por el presidente del club, Gabriel Pellegrino, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, y el presidente de la Liga Profesional de Fútbol, Marcelo Tinelli.

Los médicos de Maradona explicaron en los últimos meses que, además de tener antecedentes cardiólogos, ser hipertenso y haber sido operado de la rodilla derecha en 2019, Maradona sufre de insomnio.

"Él tiene algunos ansiolíticos recetados desde hace bastante tiempo. Son tratamientos que nosotros continuamos porque algunos medicamentos no se pueden sacar así nomás. El cuerpo desarrolla tolerancia y retirarlos de forma drástica puede ocasionar problemas", explicó a mediados de este año Luque.

"Y el alcohol. Él toma, pero lo estamos trabajando. Diego está limpio de cocaína, completamente, pero por momentos tiene excesos con el alcohol y por momentos no. Este parate, esta cuarentena y los problemas familiares son terribles para él", añadió en ese entonces.

En los últimos meses Maradona había bajado de peso y vuelto a someterse a ejercicios para recuperarse de la operación en la rodilla derecha.