No ha habido sorpresas y, como era de esperar, no ha habido acuerdo entre el Barça y los jugadores en el día que teóricamente expiraba el plazo para ponerse de acuerdo en la mesa de negociación. Josep Maria Bartomeu había amenazado con que si no había un pacto antes de este 5 de noviembre aplicaría la rebaja salarial de forma unilateral. Pero como los jugadores no tienen que recibir el próximo pago hasta enero aún hay margen aún seguir negociando con la gestora que preside Carles Tusquets.

Las posturas seguían muy alejadas antes de la reunión de este jueves, por lo que nadie apostaba por un acuerdo. Los representantes de los jugadores se han reunido con el club a las 11 de la mañana, mientras que el comité de empresa (que representa al resto de los 540 empleados del club) estaba citado a las cuatro de la tarde. Ante la falta de pacto, se han emplazado a seguir hablando la semana que viene.

Antes de dimitir al no poder aplazar la moción de censura, Bartomeu perseguía un ahorro de 191 millones en la masa salarial, proponiendo diferir los pagos más adelante. "Está fuera de toda lógica, no hay ninguna base legal", han reiterado los jugadores, que se niegan aceptar estas "cantidades que no se pueden recortar". Tusquets cifró el lunes en 300 millones la cantidad que el club necesitaba entre ahorro en gastos y aumento de ingresos. El presidente de la gestora, que destacó que tenían la masa salarial más elevada de Europa, ensalzó la "muy buena predisposición" de los representantes de Messi y otros jugadores. "Hay fórmulas que fiscalmente les benefician", sugirió el economista.

Mientras que el resto de empleados cobran su nómina cada mes, los deportistas profesionales (cuyos sueldos supone más del 60% del presupuesto) reciben sus emolumentos en dos plazos, en enero y en junio, por lo que hay tiempo hasta principios de año para que haya un acuerdo.