Terrell McIntyre mantiene en vilo a los rectores cajistas. El base norteamericano sigue sin decidir su futuro y el Unicaja aguarda con impaciencia la decisión final del base norteamericano que Aíto García Reneses quiere que sea su próximo director de juego.

La mejor noticia para los intereses costasoleños es que ni él ni su agente, Craig Spitzer, han dicho «no» a la última oferta que el Unicaja les ha puesto encima de la mesa, por un montante económico superior a su último contrato en el Montepaschi de Siena y por espacio de las dos próximas temporadas.

El Unicaja está al día de las negociaciones llevadas a cabo el pasado fin de semana por el jugador y su representante en Atenas con el Olympiacos y el Panathinaikos, y de las que ha informado puntualmente La Opinión de Málaga. En el club de Los Guindos saben que McIntyre ha rechazado oficialmente las propuestas de los dos colosos griegos, por lo que el hecho de que ayer el agente del jugador no rehusara la del Unicaja se entiende como algo positivo en este esprint final por firmar a uno de los bases más determinantes del continente a lo largo de las últimas temporadas.

Ayer por la mañana, Spitzer comunicó al club cajista que su representado estudia la oferta verde –es la segunda que tiene en sus manos después de que rechazara la primera– y que en las próximas horas (quizás hoy) habría una respuesta positiva o una propuesta de contraoferta por su parte hacia el conjunto malagueño.

La tensa espera no impide un cierto optimismo en contar con un fichaje estrella como sería el de este base nacido en octubre de 1977 en Carolina del Norte. El jugador de 1.75 metros es un gran manejador de balón, muy rápido y un buen anotador. Justo lo que le ha faltado al Unicaja la temporada recientemente finalizada.

La situación que sí podría cambiar ahora es la de la posible continuidad de Omar Cook. Después de no ser renovado por la alta ficha que había en su contrato de cara a la próxima campaña, se le comunicó a su agente la opción de buscar un nuevo acuerdo para las dos próximas temporadas con unas cifras económicas más modestas y adaptadas a la situación económica actual.

A pesar de que Cook es del gusto de los rectores del club, lo cierto es que si McIntyre firma definitivamente con el Unicaja, el futuro del norteamericano de pasaporte montenegrino parece alejado de la disciplina verde. Aíto no acaba de estar convencido de que esa pareja de bases sea complementaria y el club debería buscar otras opciones en el mercado.

Eso sí, todo daría un vuelco en el caso de que Terrell se decidiera por cualquiera de los dos equipos griegos, entonces la opción Cook cobraría más fuerza y el club buscaría otro base con un perfil distinto para complementar la posición de director de juego. Sea el plan A o el plan B el elegido, lo cierto es que lo inmediato es esperar y cruzar los dedos para que McIntyre dé el «sí quiero».