Elegido mejor base de la Euroliga en dos de las tres últimas temporadas, compartiendo quintetos con Navarro, Siskauskas, Langdon, Pekovic... MVP de las tres últimas finales de la Lega italiana tras hacer campeón al Montepaschi Siena, a quien ha llevado a la conquista de cuatro Ligas, tres Supercopas y otras dos Copas. Cotizado por encima del millón de euros y pretendido por los colosos del baloncesto griego: Panathinaikos y Olympiacos. Ésa es la inigualable tarjeta de presentación de Terrell McIntyre, desde la tarde de ayer, nuevo jugador del Unicaja para las dos próximas campañas.

El base zurdo americano, de 32 años, devuelve la grandeza olvidada al Martín Carpena. Su nombre está al nivel de Marcus Brown –llegó a Málaga con 31– o Jorge Garbajosa, por poner sólo dos ejemplos recientes de resplandecientes estrellas que ayudaron al equipo a lograr la Copa del Rey en 2005 y la Liga ACB en 2006.

Este nuevo Unicaja, con un presidente ejecutivo (Francisco Molina) y un cambio en la dirección deportiva (Manolo Rubia), inicia su andadura dando un golpe de efecto. La contratación de uno de los mejores bases del panorama europeo es la confirmación de que el proyecto toma fuerza con el impulso adecuado y la dirección precisa.

McIntyre, apodado T-Mac, era, para colmo de dichas, el número uno en la lista de refuerzos de Aíto García Reneses para la posición de uno. Así, que todos contentos. Y, especialmente, los aficionados. Necesitaba la marea verde recibir una alegría de este calibre para volver a creer en un club que se resiste a bajar su pedigrí.

El club informó en la tarde de ayer que había llegado «a un acuerdo con el jugador Terrell McIntyre para su incorporación al Unicaja las dos próximas temporadas, a falta de recibir el tránsfer del Montepaschi Siena, su club de origen». La escuadra italiana, con su presidente, Ferdinando Minucci a la cabeza, puso ayer mil obstáculos a su contratación. El jugador finalizó su vinculación el 30 de junio, fecha en la que había que abonar 230.000 euros por su libertad. El Unicaja se comprometió por escrito a enviar ese dinero siempre que recibiera el visto bueno del agente del jugador y del propio Siena. Y, tras volver a poner al base en mercado durante toda la mañana de ayer para que ese cuarto de millón subiera como la espuma, tuvieron que recular. La prensa griega se hacía eco de una conversación entre Minucci y Thanasis Giannakopoulos, magnate del Panathinaikos, en la que el heleno descartaba su llegada.

No le quedó otra al mandatario del Siena que aceptar la derrota. El Unicaja, en una magnífica gestión de despachos, venció al campeón italiano y fue capaz de driblar las cornadas de Olympiacos y Pana. Un trato perfecto en toda regla.

La contratación de McIntyre, que se incorporará en agosto, cierra las puertas de Omar Cook. Económicamente no caben los dos. El montenegrino culmina así su etapa en Málaga.