Los distintos estamentos del baloncesto andaluz, con dirigentes, jugadores y técnicos asistieron ayer al cementerio de Málaga al entierro de Toa Paterna, entrenador del DKV Jerez, con el que disputó la fase de ascenso a la LEB Plata y que murió ayer a los 47 años tras no superar una enfermedad.

El técnico malagueño era hijo del también fallecido Pepe Paterna, quien fuera delegado en Málaga de la Federación Andaluza de Baloncesto.

Toa Paterna se formó jugando y entrenando en el Maristas malagueño y ha acabado como entrenador del equipo jerezano en las últimas tres temporadas.

El malagueño militó durante más de diez años en el cuerpo técnico de la cantera del Unicaja y también trabajó con el primer equipo, además de ser uno de los principales impulsores del actual campus de baloncesto Unicaja Obra Social, del cual fue director durante sus cuatro primeras ediciones.