Luis Casimiro. Sobre sus hombros carga ahora la responsabilidad de sacar del pozo al Unicaja. Llegar a los play off. Ése es el objetivo. Y, con los deberes hechos, ganarse «la oportunidad de seguir en Málaga» la próxima temporada.

El Unicaja decidió a primera hora de ayer activar la opción de Casimiro. No se pudo acordar la contratación de Jasmin Repesa. El croata fue incapaz de obtener la libertad del Cibona de Zagreb. Y ante esa tesitura, en Los Guindos se decidió no esperar ni un minuto más. Repesa, con quien había un acuerdo cerrado, ya es historia. Quizá futuro. Pero el presente ahora es Casimiro.

El director deportivo, Manolo Rubia, comunicó a su agente, Arturo Ortega, que el consejo de administración había dado el visto bueno. Casimiro, de vacaciones en una casa que tiene en Motril, se subió al coche, maleta en mano, y se desplazó a Málaga. Firmó su contrato por lo que resta de campaña y, a punto de llegarse a las 14.00 horas, compareció ante los medios de comunicación. Lo hizo junto al presidente, Eduardo García, y el propio Rubia. El director deportivo se quedó en un prudencial segundo plano, de pie, con Paco Aurioles, que será el segundo de Casimiro, y Ángel Sánchez Cañete, su otro ayudante. Todos escucharon atentamente a Casimiro, que lanzó mensajes muy claros y concisos, haciendo hincapié en varios aspectos.

Espera un cambio mental inmediato en la plantilla, pide a todos comenzar desde cero, exige hechos y no palabras a sus jugadores, su baloncesto se basará en el sacrificio defensivo, asume el reto de meter al equipo en play off y opina que a la afición no se le puede pedir nada, sino que hay que ofrecérselo.

Su primera visita al vestuario fue satisfactoria. Se encontró a un grupo receptivo al que, dijo de forma rotunda, va a exigirle «hechos, no palabras». «Hay que cambiar el aspecto mental. Le he transmitido al equipo que lo prioritario es lo que queda por delante. Debemos estar mentalmente limpios y frescos. Hay que involucrar a los jugadores importantes».

Casimiro nació en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real) el 21 de junio de 1960. Ha dirigido ya a otros siete equipos en la ACB, donde debutó en 1997 con el TDK Manresa, al que hizo campeón de Liga. Ése es su gran logro en el mundo de la canasta. Algo que contrasta con su última etapa en Valladolid, donde fue despedido esta misma temporada, cuando el equipo era colista. «Podéis ensalzar lo positivo de mi dilatada carrera o alguna cosa no tan buena. En mis casi 450 partidos en la ACB sólo estuve en un club de perfil alto, en el Pamesa, y a pesar de eso llevo más del 40 por ciento de victorias. He logrado títulos, no sólo esa ACB, también en la LEB Oro y la Copa Príncipe, y fui subcampeón de la Copa Saporta al perder la final con el Montepaschi».

Es muy consciente de que no era la opción prioritaria del Unicaja y que su nombre llegó tras no poder contratarse a Jasmin Repesa. «No me molestan esas cosas, estoy muy agradecido por la confianza que se me da y por la oportunidad que tengo aquí en Málaga», describió.

¿Quién iba a decirle el 30 de enero, cuando fue despedido del Valladolid, que iba a terminar en un Unicaja que por aquel entonces aún rendía a gran nivel? «La vida da muchos giros», dijo sonriendo. «Está claro que no me lo hubiera planteado entonces, pero hace unos días todo cambió».

Casimiro afronta una situación muy delicada. El Unicaja es décimo en la ACB y su única meta ahora es clasificarse para los play off. De viaje en viaje, de Motril a Málaga -estuvo el lunes por la noche en Los Guindos- y repitió el recorrido ayer de nuevo, ha analizado el duro calendario que le resta al equipo. El sábado llega el Lucentum. Luego hay que visitar al Madrid. «Debemos pensar sólo en ponernos a la faena y así se nos hará mucho más ligero».

Fue muy explícito cuando se le preguntó qué espera de la afición. La marea verde no ha recibido con entusiasmo su nombramiento. Él cree que a los espectadores del Martín Carpena «no hay que pedirles, sino darles».

«Tenemos que conseguir el objetivo, entrar en el play off. No vale dudar. He visto al equipo muchas veces, por Canal Sur 2 y Teledeporte, en Liga, Copa y Euroliga. Hay una plantilla amplia, con 14 jugadores, y muy buena. Todos parten de cero, también Fitch. No quiero palabras, sino hechos. Hay que hablar en la pista y mi filosofía de baloncesto es mentalizarnos en el trabajo defensivo. Tenemos talento, pero hay que ser sólidos a partir de la defensa», expuso Casimiro en su puesta de largo.