El Unicaja regresó ayer a los entrenamientos tras el día de descanso que Luis Casimiro concedió a sus jugadores durante el Lunes Santo. La mala noticia fue la ausencia, un día más, de Álex Abrines, que sigue arrastrando una tendinitis que le mantiene al margen del trabajo de sus compañeros. Todavía no hay fecha segura para su reincorporación a la disciplina del equipo. Freeland, además, sufrió un golpe en la muñeca en la sesión vepertina.

En lo extradeportivo, el club sigue esperando una respuesta del representante de Gerald Fitch a la propuesta que se le ha hecho para rescindir su contrato con la entidad verde. En los despachos de Los Guindos confían que esta misma semana puedan llegar ambas partes a un acuerdo y el escolta americano deje de pertenecer a la disciplina cajista. Lo que es seguro es que Fitch no volverá a vestirse con la casaca costasoleña en lo que resta de temporada.

El próximo domingo, en el partido liguero contra el Manresa, uno de los protagonistas será Berni Rodríguez. Y es que el escolta del Unicaja se encuentra a nueve puntos de llegar a los 2.500 de valoración ACB, ya que lleva hasta el momento 2.491 de valoración en los 465 partidos de la competición española que hasta ahora ha disputado.

Berni lidera gran parte de las estadísticas históricas del conjunto malagueño y es el segundo máximo anotador del Unicaja en la ACB con 3.149 puntos, tan sólo superado por el escolta ruso Serguei Babkov, que consiguió 3.281.

Desde que debutó con el Unicaja el 4 de septiembre de 1999 ante el Barcelona, en el partido inaugural del Palacio de los Deportes Martín Carpena, Berni se ha convertido en un jugador imprescindible, ya que en las trece temporadas que lleva los seis técnicos que han dirigido al equipo han contado con él. Nacido el 7 de junio de 1980, ha sido internacional con la selección española, con la que se proclamó campeón del mundo en 2006 en Japón, subcampeón de Europa en 2007 y subcampeón olímpico en Pekín 2008.