Hace no mucho tiempo, el Unicaja por estas fechas siempre estaba peleando por un puesto como cabeza de serie para el play off, su verdadera lucha por historia y presupuesto. Pero el baloncesto, como cualquier otro deporte, no espera a nadie ni entiende de presupuestos ni de pasados gloriosos. Por lo que tras una mala planificación deportiva y una segunda vuelta nefasta, el club de Los Guindos se ha visto obligado a luchar por objetivos más «mundanos», como el de ser novenos para amarrar la Euroliga la próxima temporada, lo que sería un éxito visto la situación anímica del equipo .

Las escasas opciones del Unicaja para meterse en el play off pasan por ganar los tres partidos que restan para acabar la temporada regular y esperar los resultados de sus rivales. Parece una quimera que el equipo verde pueda entrar en las eliminatorias por el título, pese a que le tiene ganado el average a su principal competidor, el Lucentum, que ahora ocupa la octava posición. Pero pese a que las matemáticas aún ofrezcan luz al final del túnel para los cajistas, la propia actitud de los jugadores de Luis Casimiro en la cancha no motiva para apostar por ellos.

Por ello, visto lo visto, parece más apropiado fijar el objetivo de la novena plaza para mantener la licencia A de la Euroliga. Algo fundamental para un equipo como Unicaja, que por su cabeza nunca había pasado quedarse fuera de la máxima competición continental. Si no entrar en el play off por el título es una desgracia por sí sola, quedarse fuera de la elite del básket europeo es una catástrofe de dimensiones descomunales para afrontar un proyecto competitivo la temporada próxima.

El Unicaja regresa al Carpena siete días después del ridículo ante el Barcelona y después de perder entre semana ante el Joventut. Casimiro aseguró que se tomarían medidas tras ver las tristes prestaciones del equipo y se tomaron: Valters fue apartado del equipo, mientras que Rowland no jugó un sólo minuto en Badalona. Además, Díaz debutó con el primer equipo y Kuzmin volvió a jugar mejorando las prestaciones de los «grandes» y todo apunta a que seguirán hoy en el equipo tras conseguir eludir el descenso directo del Clínicas Rincón Benahavís a la LEB Plata.

Rival «trampa». Enfrente tendrá el Unicaja al Mad-Croc Fuenlabrada, que llega a Málaga con la intención de sellar la permanencia en la Liga Endesa de manera matemática. Será una jornada de reencuentros, Saúl Blanco regresa a la que fuese su casa durante dos años y medio, donde no pudo demostrar el porqué de su fichaje y de donde salió por la puerta de atrás. Seguro que el escolta asturiano llega con ganas de revancha y espera pescar en aguas revueltas.

Por otro lado, el Unicaja se tendrá que enfrentar a la frialdad de un Carpena que se antoja con poco público tras los continuados fiascos del conjunto verde. La marea verde, tras un comportamiento sobresaliente durante la hecatombe contra el Barça, en la que solamente estalló en la última fase del partido, animará a los suyos desde el principio, pero si las cosas no empiezan a salir como deben ante un rival sumamente inferior al Unicaja, descargarán su enfado contra una plantilla que no ha estado a la altura del club cajista durante gran parte de la temporada.