Jasmin Repesa pidió «disculpas a la gente del club y a los aficionados», asumió su «responsabilidad» por la derrota y fue muy explícito al contar: «El baloncesto no es para señoritas, es un deporte de cerebro y también de pelotas. Aquí en España y en Croacia, en todas partes. Sin cerebro ni pelotas es imposible ganar. Si no pones en todos los minutos de partido la agresividad necesaria estás perdido. Hemos acabado el primer cuarto con dos faltas, señal de nuestra defensa. Tenemos que cambiar eso. La temporada es muy larga y todo puede cambiar. Pero con esta mentalidad y muchas cosas que pienso y que lo voy comentar... No quiero hablar de esto. Sin estas cosas es imposible. Para ganar los partidos debemos ponerlo. Y ni ante Estudiantes ni contra Obradoiro lo hemos tenido», se sinceró el balcánico.

Después de recordar que sólo hubo una sesión de trabajo para preparar el encuentro tras el partido de Berlín y que se hizo hincapié en la defensa sobre Corbacho, Repesa repitió que el problema de ayer del Unicaja fue de tensión y de ganas. «No estoy desilusionado porque fallemos tiros y no tengamos buenos porcentajes en el tiro. Pero sí que lo estoy en el primer cuarto, con sólo con dos faltas. No me importa que Gist haga 0 de 4 en triples, no es un tirador, pero puede tirar. Pero sí me importa sus rebotes, que no los coja. Y la defensa debe ser la misma siempre, muy fuerte. Cómo jugamos hoy -por ayer- es mi responsabilidad y perdimos el partido».

Explicó que Kosta Perovic no jugó por decisión técnica y que Marcus Williams estuvo en el banquillo en los minutos finales porque «con él en la pista la diferencia era de -12» y cuando se fue la diferencia menguó. «Ha sido su peor partido aquí en Málaga. Y luego ha botado, ha botado, ha botado... pero sin encontrar soluciones», dijo.