Hace una semana, este periódico avanzó los nombres de Jayson Granger y Tomas Satoransky como dos opciones para reforzar el puesto de base y compartir la dirección del equipo con Marcus Williams. Satoransky se cayó de la dupla de opciones, ya que el Cajasol pide 500.000 euros por su libertad. Así que los esfuerzos del Unicaja se centran en el uruguayo Granger, que cuenta como cupo de formación y que gusta mucho por su estilo de juego. El base del Estudiantes acaba contrato y, aunque el club madrileño podría acudir al derecho de tanteo, no está económicamente en condiciones de competir con un ofrecimiento del Unicaja. Granger, a sus 23 años, es un base de futuro que ofrece garantías a los responsables verdes.

Su agente lo ofreció hace 10 días, al igual que a otros muchos clubes. Y en la ACB, hay otros dos clubes que compiten por sus servicios: Bilbao y Valencia. Los tres equipos le ofrecen dos años de contrato, aunque las condiciones económicas del Valencia son superiores. El Unicaja juega con la baza de la Euroliga y con la opción de que juegue muchos minutos y se siga mostrando a la NBA. Su gran sueño es llegar a la mejor Liga del mundo. Si él quiere, Málaga será su paso. Pero cuidado que tiene demasiadas novias.