Pim, pam, pum... y 20 arriba para el Unicaja en Sevilla. Felicidad contenida en la expedición malagueña y sonrisa de oreja a oreja para los rectores del Banco. Ganar al Cajasol en Sevilla siempre tiene un «color especial», como diría la canción. Muy intenso. Y si la victoria es por 20 puntos (66-86), sin paliativos, convicente y sin «peros», pues mejor que mejor. El Unicaja se dio ayer un paseo matinal por San Pablo. El equipo no dio opciones, no quiso hacer rehenes. Salió muy metido en lo suyo, con una defensa muy pegajosa y Dragic haciendo de Dragic en defensa y de Toolson en ataque. Luego tomaron el relevo Jayson Granger, implacable, mandando, gustándose en ataque (11 puntos) y repartiendo alegrías y asistencias (8) a Fran Vázquez. La mejor noticia para el pívot gallego este verano ha sido el fichaje del uruguayo, que penetra y asiste, que le busca cerca del aro, a tres metros de altura. Y Caner-Medley ejecutó el plan. Siempre, en cada momento de apuro, el ala-pívot hizo lo que mejor sabe: anotar. Echarse el equipo a la espalda y sacar de problemas a los verdes.

Lo hizo en el 10-12, cuando tras una salida meteórica de «Zoki» Dragic (0-7), el Cajasol quiso pelear de tú a tú. Y con un triplazo y una canasta de dos puso ya la primera máxima (10-20). Anotó puntos en cada cuarto, en cada uno de los cuatro. Y al final, cuando la ventaja de 20 puntos menguó hasta los 12 (54-66), el «azerbayano» sopló las velas de su cumpleaños -ayer cumplió los 30- y volvió a dar la cara y ser clave: 21 puntos, 5 rebotes (4 en ataque) y 24 de valoración. Necesitaba un partido así el ala-pívot, con ganas y con mucha fuerza.

La victoria, clara, merecida y contundente, pone al Unicaja en la segunda posición liguera, sólo por detrás del Real Madrid. Y antes de recibir el domingo (12.15 horas) al Valencia, rival poderoso, en todo un partidazo.

A toro pasado, todo fue sencillo y plácido en Sevilla. Pero había que firmar un partido así. Especialmente, al comienzo. La previa no fue nada sencilla ni cómoda. El viaje de vuelta de Atenas, tras perder en el debut europeo ante el Olympiacos (69-61), parecía diseñado por el mismísimo Aíto García Reneses. Apenas cuatro horas de sueño, madrugón, vuelo a Roma, luego a Málaga, otras dos horas y media de autobús... total que los biorritmos de la plantilla estaban muy alterados.

Sin embargo, desde la salida a pista, el conjunto verde se mostró muy enchufado. Plaza tocó las teclas adecuadas. Los jóvenes «cachorros» de Aíto demostraron que aún les falta un largo camino. Los Porzingis, Balvin y Burjanadze tienen una pinta estupenda. Pero aún están muy verdes. Y si Satoransky tarda en entrar en acción y Latavius Williams «pasa» del tema y se limita a «maquillar» lo van a tener muy crudo. Para colmo, a Aíto se le fue el santo al cielo. Porzingis se cargó de faltas y vio la quinta mediado el segundo cuarto, cuando hacía daño en la zona.

El Cajasol dio facilidades. No es el Olympiacos, evidentemente. Y San Pablo no es La Paz y La Amistad. Pero ganar, y por 20, fuera de casa en la ACB no es tarea fácil. Es cierto que hay dos quintetos que deben nivelarse más. Cuando Plaza une en pista a Granger, Dragic, Suárez, Caner-Medley y Fran, el Unicaja es mucho Unicaja. Es, por ahora, el quinteto que más valor añadido tiene. Cuando los cinco se juntan pasan cosas buenas. Hay química. Hay baloncesto.

Domas Sabonis, cuando entra, no desentona en absoluto. El chico es fiable. No falla, no se equivoca, no toma malas decisiones. Y eso, a sus 17 años, no es poco. 4 puntitos y 5 rebotes sumó ayer. Pero le falta, claro. Luego hay hombres que tienen que ir entrando, sabiendo dónde están jugando, como Kuzminskas o Stimac. Calloway no anda nada fino, Vidal está de pretemporada tras su larga lesión y Hettsheimeir sólo aparece a ratos. Todos necesitan tiempo. Nada que no supiéramos. El caso es que la competición no va a esperar a nadie. Y Ryan Toolson podría reaparecer, si todo va sobre ruedas, el domingo en el encuentro de altos vuelos ante el Valencia. Y Txemi Urtasun podría hacerlo una semana después. Con Toolson en la recámara, el Unicaja tiene aún mejor pinta.

Para colmo de dichas, Luis Conde volvió a tener su momento. Y en esta ocasión sí que anotó ese triple que se le quedó corto ante el Estudiantes en el Carpena.

La semana viene de nuevo cargadita. Doble cita en Málaga. El viernes, ante el Zielona Gora en Euroliga. El domingo, el Valencia.