Fran Vázquez vuelve a ser feliz. No hay más que verle. Ha cambiado su rostro serio, angustiado y de preocupación que llevaba la pasada temporada por una sonrisa perenne. Y uno de los grandes responsables de que el pívot se haya transformado es un compañero de equipo, Jayson Granger. Los dos han conectado. Hay química entre ambos. Fran vuela y Jayson le busca, le pone el balón donde sus largos brazos alcanzan. Como siempre ha hecho en su carrera.

La relación de ambos en la pista es muy especial. El base promedia seis asistencias por encuentro en la ACB y es el quinto de toda la Liga. Fran acumula ya cuatro mates, dos por encuentro, lo que le sitúa en el tercer puesto del ránking. Esa confianza que vuelve a acompañarle le hace también ser más grande en defensa. Sus largos brazos cortan balones, recuperan bolas y propicia contragolpes, el principal arma de este Unicaja de Joan Plaza. Fran es, de hecho, el máximo recuperador de toda la competición nacional, con cinco en dos encuentros.

«No es difícil verle con lo largo que es», dice entre risas Granger. El uruguayo es pura vitamina en el vestuario verde. Siempre alegre, el base transmite positivismo. Y se lo ha contagiado a Fran, con quien conecta siempre que puede en ataque. «Es tirarla para arriba y él la agarra y hace el resto. Hay que ponerla ahí y él es capaz cogerla con una o dos manos», explica el nuevo base cajista.

Granger tuvo como sparring el pasado año a Lucas Nogueira, un pívot también muy alto y atlético, como el gallego. «Él es bastante joven y Fran tiene más experiencia y sabe leer mejor las defensas, es bastante fácil conectar con él», confiesa.

Fran vive su nuevo rol en el equipo sin estridencias. Siempre ha sido un jugador importante en todos sus clubes, incluido en el Barcelona, aunque no esa estrella que resuelve partidos que quizá se quiso vender el pasado curso. Por eso, su reunión de comienzos de curso con Joan Plaza, en la que se decidió que no continuara con la capitanía, le alivió en el plano mental. «Hemos dejado las cosas claras. Me siento muy a gusto, hablar con él me dejó las cosas más claras y estoy contento de haber tenido esa reunión con él».

Sobre su actual momento, él se siente muy cómodo: «Intento trabajar para el equipo. Lo más importante es que mi trabajo lo disfrute el equipo, cada uno hace lo suyo», señala. Y sobre su entendimiento con Granger, él está encantado de la vida: «Lo hemos hablado muchas veces, me estoy entendiendo bien. Tenemos que jugar ese estilo, es el que nos gusta. Él es agresivo y si puede meterla dentro lo hace. Cada uno debe aportar lo mejor. El año pasado había pocas opciones y si te la pueden pasar arriba pues mejor. Lo importante es que la gente nueva que ha venido se ha adaptado rápido», resume el gallego, un hombre nuevo.