El de anoche en tierras polacas no era un partido fácil, ni mucho menos. No hay nada peor que ir a jugarte las habichuelas a un campo y ante un rival que no tenía nada que perder y que estaba ante la gran oportunidad, y además frente a su bullicioso público, de hacer historia y dar un paso de gigante de cara al Top 16 de esta Euroliga.

El Stelmet Zielona Gora llevaba una racha buena de partidos con dos victorias y un gran encuentro ante el Olympiacos, lo que le había convertido en el gran rival para los malagueños, que de tener una ventaja de 32 puntos del partido de ida, se quedaban sin colchón. Y es que una derrota le hubiera puesto en la cuerda floja en esta competición.

Sin embargo la respuesta del Unicaja frente a esta delicada situación fue la de un equipo de entidad. Dominó claramente el choque, como así lo atestiguan los marcadores parciales de los cuartos, donde exceptuando el segundo, venció claramente en todos ellos.

Apoyado principalmente en dos de sus pilares, Nik Canner-Medley y Zoran Dragic no dio opción alguna al conjunto local, que fue siempre a remolque y quitando la reacción lógica de los segundos diez minutos nunca tuvo opciones reales de llevarse el encuentro.

Lo mejor de todo fue sin duda el carácter y el poder de reacción que demostraron los pupilos de Joan Plaza, tras una mala racha de resultados, principalmente en la competición europea. Se habían generado excesivas dudas, para mi gusto, con respecto al equipo. La respuesta de éste, dos victorias y además lejos de casa. Ésa es la mejor manera de enderezar la situación y ponerlo todo en su sitio.

Para ser justos, hay que decir que en la mayor parte de los partidos, el equipo ha mostrado una buena cara, tan sólo falta corregir ciertos detalles de consistencia en determinados momentos de los mismos, que provocaban que se les escapara.

Pero no hay que olvidar que es un equipo nuevo, con entrenador nuevo y que estamos aún en noviembre. Hay buenos jugadores, buen entrenador, el grupo trabaja, se esfuerza en el campo y, lo más importante de todo, y que va a ser vital en el futuro, ante una situación delicada como la que se ha encontrado, ha reaccionado como equipo, en lugar de ir cada uno por su lado. Se ha dado una gran respuesta de grupo y eso hay que valorarlo.