La contundencia de Stimac bajo los aros, el acierto de Caner-Medley en ataque, el dominio absoluto en el rebote a ambos lados de la pista y los limitados recursos del Fuenlabrada para aguantar fresco los 40 minutos posibilitaron ayer que el Unicaja acabara con su racha de tres derrotas seguidas en Liga y encare este Fin de Año con una sonrisa en su rostro. Es de esperar, eso sí, que el 2014 venga mejor que este 2013 que -afortunadamente- ya se nos va. Porque si no...

En un día en que el único objetivo era ganar, se ganó. Hasta aquí todo perfecto. Lo que pasa es que el equipo volvió a mostrar más sombras que luces y eso no invita mucho al optimismo. Por lo menos a corto plazo. Anoche, empezó bien, luego se desinfló en el segundo cuarto, supo aguantar el tipo tras el descanso y sólo en los cinco minutos finales pudo doblegar a un Fuenlabrada en el que Carlitos Cabezas fue una sombra de sí mismo (cero puntos y cero de valoración), en el que Feldeine estuvo muy fallón (5 de 14 en tiros de campo) y en el que solo Andy Panko hizo lo que se esperaba de él (17 puntos y 14 de valoración).

A lo mejor las derrotas de San Sebastián y Santiago han hecho más daño de lo que parece. El caso es que no hay manera de que el equipo juegue un partido redondo. Ni siquiera si el rival está tan limitado de recursos como este «Fuenla». La diferencia de plantel entre el Fuenlabrada y el Unicaja es insultante. Sólo un dato: dos descartes verdes, Panko -al que no se quiso renovar hace unos meses- y Cabezas -que se fue hace cinco veranos y en los despachos de Los Guindos se le puso la cruz de por vida- son los faros que guían al cuadro de Chus Mateo -otro descarte verde, por cierto-. Con eso creo que está todo dicho.

Es verdad que fue una victoria fea, pero con «cositas» también para creer en que todo va a ir a mejor. Sin Fran Vázquez, tocado en un tobillo, ayer vimos, por ejemplo, la mejor versión de la temporada de Vladimir Stimac, un tío con los cataplines bien puestos al que yo renovaría ¡ya! Porque si recién llegado a Málaga y a la Liga aporta lo que aporta, el pívot serbio puede ser un filón la próxima temporada. También Caner-Medley demostró su papel estelar en el equipo. Dragic no brilló en ataque, pero metió un triple ganador en el esprint final. Granger sigue mostrando que su fichaje es un acierto y quedan por subirse al carro Hettsheimeir, Toolson y, sobre todo, Kuzminskas, que cierran 2013 sin cumplir las expectativas mínimas puestas en ellos tras su llegada el pasado verano.

Ahora toca comer las uvas, disfrutar unas horitas y empezar a pensar en el Laboral Kutxa y en el Top 16 europeo. Aquí no hay descanso. El Fin de Año, al menos, será con una sonrisa.