Cuando Bernd Schuster, entrenador del Málaga CF, y Carolina Navarro, campeona del mundo de pádel, extrajeron de las dos últimas bolas del sorteo de la Copa del Rey 2014 el papel con los nombres de Unicaja y CAI Zaragoza, la suerte ya estaba echada. El Museo del Automóvil, en el antiguo edificio de Tabacalera, ya había escuchado, uno por uno, los cruces, que las manos inocentes del técnico y de la palista resolvieron: Barcelona-Iberostar Tenerife, Valencia-Laboral Kutxa y Real Madrid-Herbalife Gran Canaria. Suspiro generalizado entre la afición malagueña porque se había eludido al «coco» de los cuartos de final, el Laboral Kutxa de Sergio Scariolo. Y, puestos a elegir entre Gran Canaria, CAI y Tenerife, cualquiera te podía meter en un problema. Así que la visita de los maños, a quien el vestuario verde tiene muchas ganas, se dio por buena.

Lo que no gustó luego nada de nada fue el lugar en el cuadro de la competición. Si había una premisa para este segundo nivel del sorteo era jugar por la otra parte del cuadro a la del Real Madrid, el gran dominador de la Liga Endesa y del baloncesto europeo en este momento. Y más porque la herida seguía -y sigue- aún fresca tras la amplia derrota (88-67) del domingo. Sin embargo, ahí no acompañó la fortuna. Y los emparejamientos tuvieron el mismo orden que el de la elección del mismo sorteo. Así que el Unicaja se va a la parte del cuadro del Madrid, por lo que, en caso de superar la complicada eliminatoria contra el CAI, le esperaría el vigente campeón de Liga y subcampeón de la Euroliga. Eso, por supuesto, si la mayor sorpresa de la historia de la Copa no se produce y el Herbalife Gran Canaria elimina al cuadro de Pablo Laso. Los canarios son un equipo muy «puñetero» y seguro que le pondrá las cosas duras.

En realidad, la Copa de Málaga parece como querer «brindar» por un emparejamiento en la final entre madridistas y barcelonistas, puesto que ambos están en partes del cuadro opuestas, y por medio hay una eliminatoria que mandará a casa precipitadamente a uno de los aspirantes al título: Valencia-Laboral Kutxa. El Barça, siempre que sea capaz de solventar su pase ante el Iberostar Tenerife, cogerá al superviviente del cruce entre valencianos y vitorianos. Complicada papeleta para los dos, puesto que el Valencia ha sido el animador de la Liga y el Baskonia es siempre un hueso.

De aquí a nueve días arranca el espectáculo en el Martín Carpena y se podrán en juego el título que guarda en sus vitrinas el vigente campeón, el Barça. Los catalanes van a más y su nombre fue el primero en aparecer en el sorteo de ayer. Schuster fue quien lo mostró, aunque la ausencia de una pantalla en la sala del Museo del Automóvil apenas hizo visible su nombre, hasta que el periodista César Suárez, presentador del acto, lo anunció a viva voz.

Luego se sucedieron los corrillos y las conversaciones entre los representantes de los clubes, ya que en esta ocasión no vinieron a Málaga jugadores de los equipos participantes, salvo el cajista Fran Vázquez. Alberto Herreros y Joan Creus, de Real Madrid y Barcelona, respectivamente, fueron los más solicitados. Y los responsables del resto de clubes, de mayor perfil de despacho, seguro que no dejaron pasar la oportunidad de hablar sobre el futuro rector de la Liga ACB.

La suerte ya está echada. Ya están designados los cruces, los partidos y los horarios. Málaga se prepara ya para recibir el desembarco del torneo más emocionante de todo el deporte español. Ocho equipos, ocho aficiones, un pabellón y un título de por medio en siete partidos repletos de tensión y emoción. El que sea capaz de ganar tres levantará la Copa al cielo de Málaga. Ocho candidatos y dos grandes favoritos, con un sorteo empeñado en enfrentarles en el partido final.