Granger, Markovic, Dragic, Toolson, Suárez, Kuzminskas, Golubovic -pendiente de que se arregle el conflicto con el CAI-, Fran Vázquez... y desde ayer a media tarde Will Thomas. Nueve jugadores asegurados en la plantilla cajista de la próxima temporada a falta de un mes para que arranque la pretemporada. Eso sí, falta una pieza clave, el ala-pívot supuestamente titular. Acertar con él será decisivo para que el equipo complete un róster de primer nivel nacional y europeo.

Era un secreto a voces que Thomas se iba a incorporar al Unicaja desde que el pasado sábado este medio informó del principio de acuerdo apalabrado entre el club y su representante, Mario Scotti. Los tres últimos días han sido de intercambio de documentación. Ayer por la mañana surgió un pequeño fleco de última hora, algo que al Unicaja no le gustaba en el documento contractual, pero un último intercambio de e-mails entre Scotti y el gerente cajista, Ángel Bordes, posibilitó que a media tarde el club de Los Guindos hiciera oficial a través de las redes sociales la llegada de Thomas por una temporada (2014/2015), con opción a otra más (2015/2016).

Will Thomas ha jugado esta última temporada en el Avellino italiano. El jugador ha sido una de las sensaciones de la Lega con unos números más que interesantes (15,3 puntos, 7,4 rebotes y 19,7 de valoración). Es un jugador de 2,03 metros, que acaba de cumplir 28 años, nacido en Baltimore, pero con pasaporte georgiano, lo que permite que el club tenga libre todavía una ficha de extracomunitario para el fichaje pendiente del otro ala-pívot.

Aunque el asunto económico es siempre algo tabú, se puede decir que Thomas es un jugador bastante «económico». Su sueldo en Italia no ha llegado a los 250.000 dólares este curso pasado y, aunque en Málaga tendrá un mejor contrato, lo cierto es que será uno de los jugadores más baratos de la plantilla 2014/2015.

Thomas es ese jugador «4 y medio» que Plaza quería para su juego interior. Viene con un rol de ala-pívot suplente, ocupando el hueco en la plantilla que deja Domantas Sabonis (como quiera que el lituano no tenía contrato con el primer equipo se podría decir que es más el sustituto de Hettsheimeir, aunque en su forma de juego se parezca mucho más al ahora jugador de Gonzaga). Es un ala-pívot de 2,03, zurdo y muy atlético. El jugador se formó en la Universidad de George Mason, donde en su último año promedió 16,6 puntos y 10,3 rebotes en 31 minutos. Fue elegido en el mejor quinteto defensivo de 2006, 2007 y 2008 en la NCAA. No fue drafteado y dio el salto a Europa, donde ha firmado números muy destacados. Fue el MVP de la Liga belga en 2010 y en los últimos años brilló en el Karsiyaka de la cada vez más potente Liga turca y, sobre todo, en Italia, esta última campaña, en el Avellino.

Caso Golubovic Solucionado el fichaje de Will Thomas, sigue pendiente el affaire Vladimir Golubovic. Ayer no hubo ninguna comunicación oficial por parte del CAI ni del Unicaja por lo que los plazos siguen avanzando. Como se apuntó en la edición del pasado domingo de este diario, la lucha entre zaragozanos y cajistas por el montenegrino puede dilatarse hasta el próximo 1 de agosto. Sobre todo porque en Los Guindos mantienen que la postura oficial es la de no pagar ni un euro para que los maños liberen los derechos del jugador, tras igualar la semana pasada en el derecho de tanteo la oferta realizada previamente por el Unicaja.

El CAI no presentó antes de las 00:00 horas de ayer martes el contrato firmado por Golubovic (porque él no quiere jugar en Zaragoza y sí en Málaga). La normativa estipula ahora que tiene una prórroga de otros cinco días más -hasta el domingo- para que el cuadro aragonés cumpla con su obligación y presente el citado contrato debidamente firmado. Un plazo que se puede ampliar a otros cinco días más. O sea, 10 en total, hasta final de mes.

A día de hoy, mientras se mantengan estas posturas encontradas, Golubovic no podría jugar en el Unicaja, ya que sus derechos son del CAI, pero tampoco lo hará en Zaragoza porque como él mismo ya contó a La Opinión sólo piensa «jugar en Málaga». El CAI quiere una compensación. Se habla desde hace varios días de 30.000 euros. Pero en Los Guindos no están por la labor. Los rectores cajistas saben que el balcánico quiere jugar la Euroliga y hay tranquilidad a la espera que se arregle el entuerto.