El Unicaja inicia hoy una semana de reflexión. Salvo cambio de rumbo inesperado, la decisión de salir o no al mercado en busca de un jugador exterior que refuerce la plantilla de la próxima temporada se dilatará unos cuantos días más.

Desde hoy lunes, el presidente Eduardo García se toma un respiro. Seguro que seguirá pasando revista con el gerente Ángel Bordes y con el director deportivo, Manolo Rubia, pero ya sin su presencia diaria en las oficinas de Los Guindos. Los deberes están hechos y tras el fichaje confirmado la pasada semana de Calebb Green, el róster de 2014/2015 tiene ya diez jugadores, dos por puesto, lo que permite al «presi» hacer un pequeño paréntesis en el día a día.

El debate abierto de cómo cerrar las dos plazas que restan en la plantilla es lo único que falta por concretarse. Y parece que seguirá la incógnita abierta hasta que el presidente y el entrenador se vean las caras, a partir del lunes día 25, justo de hoy en dos semanas.

Es verdad que durante todo el verano los contactos telefónicos y vía e-mail entre el mandamás verde y el técnico catalán han estado a la orden del día, pero parece que esta cuestión final de fichar un quinto jugador exterior va a necesitar un cara a cara entre ambos.

Está casi decidido que la ficha número 12, la del quinto pívot, la va a «disfrutar» Maodo Nguirane, jugador que la pasada temporada ya se entrenó en diversas ocasiones con el primer equipo, aunque jugaba habitualmente con el Clínicas Rincón de la Adecco Oro. La cuestión es qué hacer con el jugador número 11, el llamado a ser quinto elemento del perímetro.

Como este medio apuntó hace ya dos semanas, en la entidad de Los Guindos no están por la labor de salir al mercado. Al menos, no es algo que los rectores cajistas consideren estrictamente necesario. Con Granger y Markovic como bases y Dragic, Toolson, Suárez y Kuzminskas, como escoltas y aleros, se necesita un jugador polivalente y con buena mano para ese hueco final del róster.

En el club creen que ese jugador número 11 puede salir de la cantera. Una opinión que no comparte el entrenador, que ve venir una temporada muy dura, con partidos del máximo nivel en la Liga Endesa y en la Euroliga, y por ello quiere contar con un grupo lo más numeroso y competitivo posible.

Como Plaza quiere una cosa y García quiere otra, habrá que poner pros y contras... y decidir.