­Joan Plaza tiene un plan. El entrenador del Unicaja ha ideado una plantilla muy completa y complementaria, y ahora quiere redondearla. El técnico verde quiere un mínimo de 11 jugadores profesionales y en su cabeza está la idea de tener de nuevo una plantilla de 13 jugadores, aunque con algunas diferencias respecto al pasado curso. La intención es tener a dos canteranos dentro del grupo. Uno, a tiempo completo y entrando en la convocatoria de 12 jugadores, el pívot africano Maodo Nguirane; y otro a tiempo parcial, entrando y saliendo del equipo y cubriendo las bajas en los puestos de «uno» y «dos», el inglés Morayo Soluade.

Plaza tiene previsto emprender su regreso a Málaga a comienzos de esta semana. Vendrá, al igual que el año pasado, en su moto, y en principio estará en la ciudad el próximo miércoles, día 20. A partir de ahí le tomará el pulso al día a día del equipo, que el lunes comenzará con las pruebas médicas y revisiones físicas. Plaza ha estado operativo todo el verano. El club se ha comunicado con él por teléfono y por correo electrónico. E incluso por whatsapp. Ha visto vídeos y su opinión ha sido definitiva a la hora de remodelar y reforzar la plantilla verde.

El miércoles, por lo tanto, ya estará en Málaga y podrá dialogar cara a cara con los responsables del club. Su petición está muy clara: quiere fichar sí o sí a un quinto exterior. Son casi 70 partidos a lo largo de la temporada, más entrenamientos a un gran nivel y elevada exigencia, con viajes incluidos en vuelos regulares por Europa y España. El drástico cambio de 12 profesionales (más Domas Sabonis) a sólo 10 que desea imponer el club para que la cantera tenga salida en el primer equipo no convence al técnico, que busca un equilibrio con 11 profesionales y dos canteranos: Nguirane y Soluade.

No debería haber demasiada problemática en este asunto. El club asume su apuesta, pero también es consciente de que tener al entrenador de uñas desde el minuto uno de la pretemporada no es sano. Queda un remanente económico, ya que los dos ala-pívots que han llegado (Green-Thomas) tienen un caché más bajo que las primeras opciones (Savanovic-Hunter). Y, aunque la propuesta sigue siendo a día de hoy mantener a dos canteranos, Plaza tiene una idea para contentar a todos.

El quinto exterior es básico para Plaza, ya que en caso de lesión de escoltas o aleros tendría un recambio inmediato y no habría que acudir al mercado, algo que no agrada al entrenador. Como este periódico ha informado, Ivan Paunic es el mejor colocado para venir a Málaga. Por las prestaciones que da (escolta-alero, gran defensor y buen tirador) y porque económicamente es viable. Con él serían ya once fichas profesionales, por lo que la intención es que Maodo Nguirane complete el juego interior. El pívot trabajará a diario con el equipo, se vestirá de corto en los partidos e irá teniendo sus minutos.

Para cualquier problema con los bases, la opción que maneja Plaza es la de Morayo Soluade, toda vez que Alberto Díaz se marchará cedido (San Sebastián y Fuenlabrada le quieren) Su ayudante, Antonio Herrera, ha trabajado durante todo el mes de julio con una serie de chicos de la cantera y, de todos, el base-escolta británico es el que más proyección tiene. El problema es que Plaza no quiere «quemar» su cartucho todavía. Prefiere que lidere al Clínicas Rincón y siga mejorando en en LEB Oro. Eso no significa que no tenga presencia en el primer equipo. Soluade va a hacer la pretemporada, va a jugar los partidos del Costa del Sol con el Unicaja y va a entrenarse de forma asidua durante el curso con los «mayores». En caso de lesión corta de Granger o Markovic, el inglés sería quien ocuparía esa plaza. Así habría dos canteranos... en una plantilla de 13.