Vladimir Golubovic era ayer muestra de la evolución que va viviendo el equipo partido a partido y entrenamiento a entrenamiento. El pívot montenegrino no ha brillado en los primeros compromisos, en los que dejó algunas dudas debido a sus problemas defensivos y su manos blandas. En un escenario colosal, el pívot firmó una actuación primorosa en ataque convirtiéndose en el MVP del encuentro con un «doble-doble»: 13 puntos, 10 rebotes y 26 de valoración. Ése es el camino a seguir para Golubovic, que brilló ayer con luz propia.