Sin prisa pero sin pausa. Carlos Suárez fue sometido ayer a una ecografía de control en el gemelo para calibrar su recuperación. Las pruebas fueron positivas. La lesión, producida en el mismo músculo que le ha tenido en el dique seco toda la pretemporada, no es exactamente en la misma zona. Se trata de una rotura más pequeña, que no llega al centímetro, pero en un músculo muy complicado y que es vital para jugar al baloncesto. La ecografía reveló que todo va por buen camino, que está cicatrizando y que, por lo tanto, se incorporará al trabajo con el grupo en un par de semanas.

El alero madrileño seguirá trabajando en solitario y está previsto que el lunes inicie su segunda fase de recuperación, más allá de bicicleta estática y con algo de carrera continua. Suárez sigue machacándose en el gimnasio y ha ganado musculatura en la parte superior. Ahora se trata de que el tren inferior «acompañe» y los problemas físicos en su gemelo finalicen de una vez por todas.