­En las primeras reuniones de pretemporada de Joan Plaza con sus hombres de confianza, Antonio Herrera y Ángel Cañete, se trazó una hoja de ruta como el gran objetivo en la primera fase de la competición : recolectar el máximo número de victorias posibles en el primer mes. Al técnico, por aquel entonces, le preocupaba la aclimatación de los nuevos, la química con su grupo y las lógicas cuestiones, tanto deportivas como personales, que siempre surgen en los inicios de cada proyecto. Pero más allá de estos temas, Plaza planteó a sus ayudantes la necesidad de realizar una pretemporada ideal y medida al milímetro para llegar al inicio del curso en la mejor forma posible.

El técnico, con el calendario en la mano, sabía que sumar muchas victorias en octubre iba a ser clave. En la Liga Endesa y, especialmente, en la Euroliga. Plaza desea atar cuanto antes la clasificación copera para volver a aspirar a ser cabeza de serie y poder así echar el resto en la Euroliga. No quiere volver a pasar por el mal trago vivido el pasado curso en la Fase Regular de la máxima competición continental, cuando la clasificación para el Top 16 peligró. Sólo una canasta sobre la bocina de Jayson Granger ante el Siena abrió las puertas, in extremis, de la siguiente fase. Esa sensación de ansiedad, mezclada con la necesidad de tener que estar en el Top 16, tuvo algunas secuelas que no desea revivir.

De ahí que se trazó un plan para voltear la situación. Y, para ello contó con la «colaboración» de un calendario favorable. El Unicaja, en Liga Endesa, ha recibido a Andorra, Manresa y Gipuzkoa. Eran tres encuentros que había que ganar sí o sí. Fuera de casa, dos visitas muy complicadas, a Vitoria y Las Palmas. Pescar algún triunfo fuera era lo ideal y el pleno se antojaba muy difícil, aunque esto es deporte y nunca se sabe. Al final han llegado las cinco de cinco y el Unicaja, en el liderato, tres años después de la última ocasión, con Chus Mateo en el banquillo en el curso 2011/12.

La Euroliga era el gran caballo de batalla. Y había una cita clave, el debut en Croacia ante el Cedevita de Jasmin Repesa. El Unicaja lo salvó con un sobresaliente y el reto después era vencer en casa a Alba Berlín y Limoges para poder afrontar con tranquilidad los dos últimos encuentros de la primera vuelta de la Fase Regular, contra el CSKA en Moscú y ante el Maccabi en el Carpena. El cuento de la lechera ha salido perfecto. Se logró ganar con un triplazo de Vasileiadis al equipo alemán y después se salvó, con algo de sufrimiento, el choque ante el Limoges. Este magnífico 3-0 en la Euroliga permite al Unicaja ir sin obligaciones a Moscú para jugar el viernes (18.00 horas) y sin miedos ni temores la vida la próxima semana en Málaga ante el Maccabi Tel Aviv.