Will Thomas llegó a Málaga como un fichaje complementario. El teórico suplente de Caleb Green. Y el teórico recambio, a priori, de Rafa Hettsheimeir. Un «cuatro y medio» completo, capaz de defender y leer el juego en ataque, y repleto de polivalencia, ya que podía alternar los puestos de ala-pívot y pívot con solvencia, a pesar de sus dos metros pelados. Todos los análisis previos, cautelosos, han saltado por los aires a tenor del impresionante nivel que el jugador nacido en Baltimore (EEUU) hace 28 años está ofreciendo en Málaga, en su primer equipo de Euroliga. Su pasaporte georgiano (jugó en el Army Sport Klub Tbilisi en 2010/11) le abrió las puertas de Málaga, tras entrar, casi por casualidad, en la agenda de Manolo Rubia.

La dirección deportiva espiaba a Othello Hunter y al propio Caleb Green, dos de los jugadores que más gustaban, especialmente el ala-pívot que luego firmó por el Olympiacos griego. Viendo vídeos de ambos llamó la atención un pívot fuerte, de buena mano, inteligente en la pista y muy intenso, de un club modesto de la Lega italiana como el Avellino. Will Thomas entró de lleno en el radar malagueño y, tras su buen trabajo en la Liga de Verano de Las Vegas con Denver, Joan Plaza dio el visto bueno a su contratación.

Hoy, cuando sólo ha transcurrido un mes y medio de competición y se han disputado 14 partidos, las sensaciones y los números avalan la apuesta de «riesgo» que supuso su contratación. Cuando llegó era un americano de 28 años, sin experiencia en la ACB y en la Euroliga, que firmó un contrato por una temporada más otra opcional -unilateral del club-, a razón de 375.000 dólares por curso.

Profesional intachable, Thomas no ha dejado de crecer desde que entró en el vestuario cajista. Thomas llegó, tras el descanso veraniego, con unos kilos de más. Ahora está musculado y en su peso ideal: 103 kilogramos. Gran jugador de equipo, el ala-pívot se ha ganado la total confianza de Plaza. Ya es el jugador interior con más minutos en la pista: 22:52. Supera a todos, pívots y ala-pívots. Y también es el máximo anotador interior, con 9,2 puntos. Por detrás de él quedan Fran Vázquez (8,3 puntos), Vlade Golubovic (7,1) y Caleb Green (7,1).

Paradójicamente, Thomas es el segundo mejor lanzador de triples de todo el equipo. Su porcentaje de acierto es sensacional: 38,9%. Lanza 1,3 veces por encuentro y anota 0,5. O sea que, cada dos partidos anota un triple. Y eso que su radio de acción está mucho más cerca del aro que del arco de 6,75 metros. Sólo Toolson (53,45% en triples) lanza con más eficacia que él. El de Baltimore supera a especialistas como Kuzminskas (38,1%), Vasileiadis (30,6%) o Jayson Granger (17,1%).

La metamorfosis del ala-pívot le ha llevado a liderar al equipo en el encuentro más comprometido de la temporada a domicilio en la Liga Endesa ante Valencia, con 20 de valoración. El hombre-récord de la Universidad de George Mason quiere seguir ampliando su historia personal en Málaga.