Sin tiempo para digerir qué pasó el viernes en Estambul, sin tiempo para analizar por qué el Unicaja es «capaz» de pasar del todo a la nada en el mismo tiempo que un aficionado echa una meada y se trinca un bocata en el descanso de un partido y sin tiempo tampoco para buscar una explicación lógica al enésimo apagón ofensivo de la temporada europea, el Unicaja cambia hoy de chip para jugar este mediodía en el Palau Blaugrana, ante el Barcelona, uno de los partidos más esperados de cada temporada en la Liga Endesa.

Si en Europa hay más cosas para lamentar que para celebrar -al menos por ahora-, en la ACB la película tiene otro color para los chicos de Joan Plaza. De hecho, hoy en el Palau miden fuerzas un equipo necesitado de triunfos para ir a la Copa como cabeza de serie contra otro equipo que lidera la clasificación de forma intratable. Y que nadie se equivoque. El de los problemas esta vez es el Barça y el «otro», el que es líder intratable, el que va desahogado, el que tiene los deberes hechos... ése es hoy el Unicaja. Nadie lo habría imaginado cuando echó a andar la temporada, ni el más forofo de los aficionados cajistas es sus sueños más húmedos habría visualizado algo semejante, pero los resultados son los que son y después de 15 jornadas el Unicaja está, a día de hoy, 3 victorias por encima del Barça. Ver para creer.

Hoy es de esos días en los que hay mucho que ganar y muy poquito que perder. Pase lo que pase en el Palau, el equipo cajista seguirá siendo líder. Las dos victorias de renta sobre Real Madrid, Joventut y Bilbao (rival la próxima semana en el Carpena en el punto final a la primera vuelta) le permiten esta licencia. Eso sí, si a los de Joan Plaza les da por ganar, colocarán al Barça en una situación límite para ser cabeza de serie en la Copa y también para acabar la temporada entre los dos primeros puestos. Y es que si el Unicaja gana tendría ¡¡4 victorias!! de margen sobre los de Xavi Pascual. Un botín que parece casi irrecuperable para los culés por mucho que esté por delante toda la segunda vuelta de la Liga y la última entrega de la primera.

Habrá que ver cómo ha encajado el equipo mentalmente el fiasco de Estambul. Los jugadores saben que la imagen de la segunda parte fue impropia de un equipo aspirante a cosas serias. Y no solo preocupa el aspecto anímico, también el físico está en entredicho, al tener que jugar este mediodía con solo 39 horas de margen desde que acabó el choque en Turquía y con el cansancio añadido del viaje Estambul-Barcelona de ayer, sábado.

Joan Plaza podrá contar en principio con los mismos 12 que se vistieron en Estambul. Hay varios jugadores que no están precisamente para tirar cohetes porque la carga de partidos pasa factura, pero salvo imprevisto de última hora todos estarán para ayudar.

En el Barcelona son baja segura Eriksson y Navarro. A estos dos podría añadirse, además, la de Brad Oleson. El escolta se lesionó el 7 de diciembre en su tobillo izquierdo, reapareció el viernes ante el Panathinaikos, pero sintió otra vez dolor. Xavi Pascual y los médicos decidirán esta misma mañana si se viste o si lo reservan para que no se le reproduzcan las molestias.

Para Pascual, después de tres derrotas ligueras en las últimas cuatro jornadas, el partido es vital. «Espero que la victoria ante el Panathinaikos nos ayude a volver a nuestro nivel máximo», dijo.

El duelo medirá al tercer mejor ataque de la Liga, el Unicaja, con 80,3 puntos por partido, contra el cuarto, el Barcelona, con 79,3. En defensa, los azulgranas son los mejores de la competición con 70,1 puntos encajados frente a los 72,2 que recibe el Unicaja, la tercer mejor retaguardia de la ACB. También son los dos líderes de la Liga en asistencias: 17,5 el Barcelona y 17,2 Unicaja; los azulgranas lideran en rebotes defensivos (27,3 por partido) y los verdes son terceros en ofensivos (11,7).

A nivel individual se medirán los dos mejores triplistas de la liga: Alex Abrines (57,9%) frente a Ryan Toolson (54,84%). Otro punto fuerte del partido estará bajo los aros con Fran Vázquez y el montenegrino Vladimir Golulobic poniendo a prueba a la pareja Ante Tomic-Maciej Lampe. Tampoco tiene desperdicio el duelo en la dirección entre Marcelinho Huertas, estelar el viernes con seis triples de ocho intentos y que, además, secó a Diamantidis, ante Jayson Granger, convertido en el motor del equipo malagueño durante las últimas jornadas.

Aunque el balance en entre los dos equipos el feudo azulgrana es muy favorable al Barcelona (38-12), la pasada temporada los de Joan Plaza fueron el único equipo capaz de batir a los de Pascual en el Palau en la fase regular (67-74), con Fran Vázquez y el propio Jayson Granger como piezas clave.