­ Trajes, complementos, perfumes, cosméticos, gafas, relojes, restaurantes, una cadena de hoteles que se estrenó en 2010 en Emiratos Árabes... y un equipo de baloncesto. El conglomerado de empresas que preside y dirige el modisto italiano Giorgio Armani da para todo eso y mucho más. El prestigioso diseñador, un apasionado del baloncesto, salió al rescate del histórico Olimpia de Milán, un club de los más grandes de Europa que atravesaba graves problemas económicos. Armani echó una mano patrocinando al equipo y en 2007 lo adquirió. Desde entonces, el club lleva su nombre: Armani Jeans o Emporio Armani Milan, como se conoce esta temporada. Será el equipo italiano el próximo visitante del Martín Carpena, el viernes a las 21.00 horas.

Mesurado, discreto y pragmático, el ya octogenario Armani ha transformado al Olimpia en el equipo más «pijo» de toda Europa. El presidente, director general y único accionista de la empresa que creó en 1975 y que hoy genera 5.000 millones de euros al año mima a su equipo de básket, al que ha hecho campeón de Italia este curso y al que estuvo a punto de meter en la pasada Final Four, que el magnate de la moda llevó a Milán en 2014, lo que deja ver el inmenso poder que atesora.

«Me emociona que los tifosi crean en mí, aunque no tenga mucha experiencia profesional en el deporte», dijo Armani a Sky Sport. Este año ha situado en la presidencia del club a un exjugador como Flavio Portaluppi. Mantiene en el banquillo a Luca Banchi y, a pesar de la salida de su columna vertebral, el Emporio Armani sigue siendo competitivo.