­El futuro de Jayson Granger se resolverá a final de temporada. El base uruguayo ha tomado la decisión de esperar a que termine el curso para retomar las negociaciones con el Unicaja y, tal y como explicó su agente, Regino Olivares, el pasado sábado a La Opinión, el base se centrará ahora en el plano deportivo, dejando a un lado las negociaciones emprendidas por el Unicaja. El club le hizo llegar la semana pasada una propuesta en firme, por dos temporadas, para que siga uniendo su destino al equipo malagueño. Sin embargo, Granger prefiere ahora apurar sus opciones, acabar el curso en Málaga y después salir al mercado. ¿Su futuro? Él es muy feliz en Málaga y se encuentra muy a gusto, pero su progresión hace pensar que algún «grande» de Europa pueda tentar al uruguayo y ofrecerle un contrato al que el Unicaja no podría llegar.

Granger tiene ahora la sartén por el mango en la negociación y su decisión es esperar al mes de junio. Con esta maniobra, el base de 25 años gana tiempo y podrá buscar diversas opciones, una puerta que se cerraría si ahora firmarse un nuevo compromiso con el Unicaja por otros dos años más.

«No tenemos prisa, Jayson tiene seis meses más de contrato», señaló su agente a este diario. Un problema en toda regla para el club de Los Guindos, que quería zanjar cuanto antes el futuro de su base titular y asegurarse su continuidad en el proyecto de Joan Plaza.

Granger tiene varios aspectos a favor. Y también alguno en contra. El factor clave en la operación es el económico. Granger tiene un contrato medio en este Unicaja, cuando su aportación al equipo y su rol demandan un diferente tratamiento salarial. El club, en la oferta trasladada, realiza un esfuerzo, aunque no contenta del todo al jugador, que prefiere esperar.

Granger tributa ya este año como cualquier jugador español y debe declarar el 52% de sus ganancias. Por eso, este curso está ganando menos dinero que el anterior. ¿El motivo? Granger aún gozaba el pasado curso de una fiscalidad mucho más ventajosa, «sólo» cotizaba al 24% y de ahí que en su primer año en el Unicaja, procedente del Estudiantes, ganó bastante más dinero que ahora.

El base, y es muy lícito, es consciente de que a sus 25 años le ha llegado el momento de firmar un gran contrato. Su progresión es espectacular, no se le ve techo y se ha hecho ya un nombre en la Liga Endesa y en la Euroliga, en la que ha debutado de la mano del Unicaja.

Claro que toda apuesta conlleva un riesgo. Granger sabe que se va a jugar su futuro en los próximos meses. Si sigue en su ascenso deportivo podrá firmar un nuevo compromiso, en el Unicaja o en cualquier otro equipo, mucho más cuantioso que el actual. Pero hay un «pero»: ¿Y si se lesiona de gravedad? Por desgracia, en el deporte, y más a estos niveles, las lesiones están a la orden del día. El base se quedaría desprotegido. Pero es un riesgo que quiere correr, a sabiendas de que acaba de sufrir un esguince de tobillo o que su espalda, la que tantos problemas le dio en el Estudiantes, volvió a darle la lata hace unas semanas, por un desgaste en dos discos a nivel lumbar, que le provocó una lumbalgia aguda. Granger ha elegido esperar y no aceptar, de momento, la propuesta del Unicaja. El jugador realizó ayer ya parte del entrenamiento, en el que Stefan Markovic sufrió un leve esguince.