­No hagan planes para esta tarde a las 19 horas. Hoy no es día de ir al cine ni de pasear por la calle Larios ni de quedar con los colegas para tomarse unas copitas ni siquiera de meterse en el centro comercial para ver si queda por ahí alguna rebajilla buena que echarse al armario. Hoy, de 7 a 9, toca básket (La1). Y del bueno. Nada menos que una semifinal copera entre el Unicaja y el Barcelona en la que el premio para el ganador será jugarse mañana el título de la Copa de Las Palmas.

Huele a partidazo que apesta. Frente a frente uno de los mejores equipos del continente, con una plantilla infinita, capacitado para ganar la Final Four de la Euroliga y que parece aterrizar en esta cita canaria en una buena dinámica, una vez recuperados para la causa Navarro y Oleson, lesionados durante buena parte del curso.

Al otro lado, el líder intratable de la Liga Endesa. Un equipo descarado, con jugadores como Granger o Kuzminskas en pleno proceso de explosión, con ganas de dar una alegría a la «marea verde» y con la baza anímica de que si pierde hoy, tampoco sería un trauma.

Porque sí, forofismos al margen, quizás el Barça es el favorito. Por presupuesto, por experiencia, por historia, hasta por necesidad de títulos, ellos son los que deben ganar. Pero llegado este día y hora, ¿quién dijo miedo? ¿Por qué no va a estar mañana el Unicaja en la gran final de la Copa del Rey de Las Palmas? ¿No parece este Barça el menos fiero de las últimas temporadas, a pesar de todos sus indiscutibles avales? Y además, ¿quién es el que manda en la Liga?...

La ilusión no tiene límite en el entorno cajista. Ayer quedó demostrado en la jornada de «semidescanso» entre el choque de cuartos y la «semi» de hoy. El equipo visitó la Fan Zone de la playa de Las Canteras a media mañana. Allí ya pudieron comprobar el calor de los aficionados llegados desde Málaga, que se entremezclaron con los jugadores en la zona lúdica. Después, sesión de entrenamiento en la pista auxiliar del Gran Canaria Arena, con una marea de periodistas pendientes de cada movimiento de los chicos de Plaza. Por la tarde hubo momento para el descanso, para ver los dos partidos de cuartos de ayer y también para saludar a las familias. Todo dentro de un ambiente «especial», ése que rodea a este torneo en el que en cada esquina de cada calle te encuentras a un exjugador mítico, a un representante de jugadores, a un directivo de un club o a un pez gordo de la prensa nacional.

En lo deportivo, Joan Plaza repite con su «12» de gala. No hay bajas. El que más y el que menos tiene algún golpe encima, pero nada que no impida que el plantel al completo se vista de corto en busca de una plaza en la finalísima de mañana. La imagen que ofreció el jueves el equipo es su principal carta de presentación para medirse a los culés. Bien en la dirección, con un perímetro compensado y con la figura de Fran Vazquez como dominador de la pintura. Un equipo compensado en el que los que salen del banco también aportan lo suyo.

No sé si el Barcelona está en su mejor momento de la temporada, pero si no está, le falta bien poco. La verdad es que el Barça se exhibió en Badalona el fin de semana pasado y anteayer no voy a decir que ganó sobrado al Valencia en cuartos de final, pero siempre llevó el partido por donde quiso y dio la impresión de una superioridad absoluta.

La primera semifinal de Las Palmas 2015 espera. Seis años hace que el equipo verde no está en una situación como la de hoy. Aquel día, contra el Estudiantes de Granger, el Unicaja no falló. Ojalá esta tarde-noche se repita la historia. Preparados, listos... ¡¡ya!!