La hinchada del Unicaja aún no perdona los últimos instantes de Aíto García Reneses como entrenador cajista. En el encuentro de ayer frente al Herbalife Gran Canaria, equipo al que ahora dirige, el entrenador madrileño fue recibido una vez más en su regreso al Martín Carpena con una sonora pitada cuando se anunció su nombre por la megafonía del pabellón durante la presentación del equipo visitante.

Pero la cosa no quedó ahí en esta ocasión. En el tramo final del encuentro, cuando el partido ya estaba decidido a favor de los verdes, la afición costasoleña incitó en tono jocoso a Aíto a que pidiera un tiempo muerto. «Pide un tiempo, Aíto pide un tiempo», era la cántico que se escuchaba con fuerza en la grada de detrás de la canasta más cercana al banquillo visitante.

Los aficionados cajistas aún recuerdan aquel tiempo muerto que pidió el entrenador madrileño en su último encuentro al frente del equipo cajista. El Unicaja perdía con contundencia en el Martín Carpena, precisamente ante el cuadro insular, y Aíto solicitó un tiempo muerto sin sentido ni utilidad alguna en los últimos segundos del choque. Aquella derrota, que provocó la no clasificación matemática del conjunto verde para la Copa del Rey de la temporada 2010-2011, provocó la destitución inminente del actual técnico del Herbalife.